“Si
nuestro pensamiento queda empantanado por significados simbólicos
distorsionados, razonamientos ilógicos e interpretaciones erróneas, nos
volvemos, en verdad, ciegos y sordos” Aaron Beck
El
término distorsión cognitiva fue desarrollado por Aarón Beck en 1963 dentro del
marco de su “Teoría Cognitiva para la Depresión”. Con este término, quería
hacer referencia a los errores de procesamiento de información que comenten las
personas deprimidas.
Pero
veamos un poco acerca de la destacada figura del Dr. Aaron Beck.
Fue
un psiquiatra y profesor estadounidense, padre de la terapia cognitiva
conductual, y uno de los principales
investigadores del mundo en psicopatología.
Es
considerado como uno de los 5 psicoterapeutas más influyentes de todos los
tiempos.
Sus
contribuciones al campo de la salud mental, inicialmente para la Depresión y
aplicada, posteriormente, a otros muchos problemas psicológicos, han demostrado
una gran eficacia terapéutica, sobre todo por el impacto que tuvo en la vida de
tantas personas.
Teórico,
científico, investigador y escritor, fue autor o coautor de 25 libros y publicó
más de 600 artículos a lo largo de su vida. Se desarrolló como profesor emérito
de psiquiatría en la Universidad de Pensilvania, donde trabajó en el desarrollo
y la comprobación de sus teorías durante casi 70 años. También fue presidente
emérito del Instituto Beck, donde inspiró a una generación de practicantes y
aprendices de TCC.
El
Dr. Aaron Beck falleció el 1 de noviembre del 2021, a la edad de 100 años.
Su
trabajo en la Universidad de Pensilvania inspiró al psicólogo y escritor
estadounidense Martin Seligman, a pulir sus propias técnicas cognitivas y a
trabajar sobre la indefensión aprendida.
¿Qué
son las distorsiones cognitivas?
son
formas erróneas que tenemos de procesar la información, es
decir, malinterpretaciones de lo que ocurre a nuestro alrededor,
generando consecuencias negativas para nosotros y nuestra manera de entender
las cosas.
Las
personas que padecen diferentes trastornos como la depresión o
ansiedad tienen una visión de la realidad en la que las distorsiones
cognitivas juegan un papel fundamental.
En
mayor o menor medida, todos podemos presentar alguna vez algún tipo de
estas distorsiones cognitivas, y saber detectarlas y analizarlas, nos
ayudará a tener un punto de vista más acertado, desarrollando actitudes más
realistas y positivas.
La
Terapia Cognitiva tiene como objetivo modificar, por un lado, las cogniciones o
pensamientos distorsionados o desadaptativos; y por otro, las disfunciones
conductuales relacionadas con estos pensamientos o distorsiones.
O
lo que es lo mismo, lo que se pretende es ayudar al paciente a descubrir su
pensamiento disfuncional e irracional (y el efecto que tiene sobre su
comportamiento); y enseñarle las estrategias de afrontamiento adecuadas para
que pueda llevar a cabo su vida de una manera más satisfactoria.
Básicamente,
lo que afirma Beck es que existen una serie de errores característicos en el
procesamiento de la información en las diferentes psicopatologías como la
ansiedad; depresión; trastornos de la personalidad; adicciones; etc., de forma
que, al interpretar una situación se activan esquemas cognitivos negativos que
llevan a la persona a cometer errores o distorsiones al interpretar la
información de determinada situación.
Es importante señalar que Beck no presupone
que estas distorsiones sean la única causa de aparición de síndromes
específicos; o que otros factores como los genéticos, las alteraciones
bioquímicas o los conflictos intra/interpersonales, no tengan relación con la
aparición de la enfermedad psiquiátrica. Se da por hecho que la mayoría de las
formas de psicopatología tienen etiologías complejas que comprenden influencias
cognitivas, biológicas, sociales e interpersonales.
Las
distorsiones cognitivas surgen como resultado de una forma de procesar la
información que da lugar a errores identificables en el pensamiento. Así, las
distorsiones cognitivas son definidas como errores sistemáticos que cometen las
personas en el procesamiento de la información.
Veamos
algunos de los Tipos de distorsiones cognitivas existentes.
En
su trabajo con pacientes depresivos, Beck definió 6 errores sistemáticos en el
pensamiento:
1-Inferencia
arbitraria. Se trata de llegar a una conclusión
sin evidencia que la apoye o con evidencia contraria a la conclusión, son
presunciones. La persona no utiliza las evidencias disponibles, sino que salta
rápidamente a interpretar la situación de una manera determinada, con
frecuencia debido a sus propias expectativas, creencias o vivencias previas.
Por
ejemplo, pensamos que alguien quiere perjudicarnos y desacreditarnos porque se
ha mostrado en desacuerdo con nuestra opinión, o que una persona quiere algo
con nosotros porque nos ha sonreído o que un número concreto tiene más o menos
posibilidades de ganar la lotería que otro porque ese número coincide con el
día de un cumpleaños o aniversario.
2-Atención
selectiva o filtraje. Consiste en
centrar la atención en un detalle negativo de una situación, viendo de
forma negativa en su totalidad y obviando lo positivo. Por ejemplo, si he
tenido un buen día, pero al final de este se me rompe el taco, ya pienso que ha
sido “un día totalmente horrible”. O si
me he equivocado, pienso “soy lo peor”. Las expresiones como “tremendo”,
“horrible”, “no puedo más” etc. las identifica.
3-La
Sobre generalización. Es la creencia
o conclusión de que, si algo ha ocurrido alguna vez, ocurrirá siempre. Las
sobre generalizaciones se expresan a menudo en forma de afirmaciones absolutas,
como si existiera alguna ley invariable que determinara el curso de las
situaciones.
Por
ejemplo, Si se ha tenido un desamor pensar “ya nadie me querrá”, si salgó mal
en el examen “nunca aprobaré”. Las palabras que la identifican son: nadie,
siempre, nunca, jamás, todos, ninguno.
4-Magnificación
o minimización. Es la tendencia
a exagerar o magnificar acontecimientos o hechos negativos y/o minimizar los
buenos, restándoles importancia. magnifico mis fallos y minimizo mis
cualidades.
Por
ejemplo, el hecho de cometer un error y verlo exageradamente: «si no
apruebo este examen entonces nunca voy a tener mi título, por tanto, nunca
tendré un trabajo y tendré que vivir de lo que sea, entonces todos pensarán de
mí que no valgo para nada por lo que me rechazarán y seré un don nadie».
Otro
ejemplo sería: «he sacado la mejor nota de toda la clase, pero eso no
quiere decir nada, cualquiera lo haría mejor»
5-Catastrofización: la persona tiene la tendencia a percibir
o esperar catástrofes, sin motivos razonables y que no será capaz de
afrontarlo. Por ejemplo “Y si se me cae el vaso, ¿qué horror” o “no puedo
hablar en público porque y si se ríen de mí?, y si lo hago mal? Los famosos “Y
sí...”
6-Pensamiento dicotómico. la persona no
ve los términos medios, los matices, las posibilidades; la realidad se ve de
manera polarizada, o es “blanco o negro”, “todo o nada”, “Si no lo hago todo
perfecto, mejor no hacer nada.”. “Es horrible o es hermoso”.
A
lo largo de los años, a medida que se ha investigado más en los aspectos
cognitivos de la psicopatología, se han ido incluyendo distorsiones cognitivas
adicionales, como aquella que escuchamos con bastante frecuencia en la
consulta, hablamos de:
El
Perfeccionismo y las exigencias.
Los “debería” y “tengo que”. Son creencias mantenidas en forma rígida e
inflexible acerca de cómo debería ser uno y los demás, sin pensar si son
razonables en el contexto o situación. La persona se comporta de acuerdo a una
serie de reglas que rigen la relación de todas las personas, estas reglas son
indiscutibles.
Por
ejemplo, tengo que gustar siempre a todo el mundo, “Para ser feliz debo ser
querido por los demás”, “debo mantener siempre la calma”, “siempre hay que
complacer a los demás” o “esto tiene que salir como yo pienso porque si no es
un desastre total”.
Por
ello, encontramos distorsiones cognitivas específicas para los diferentes
problemas psicológicos: ansiedad; adicciones; problemas alimentarios; agresión;
etc.
Así
pues, las distorsiones cognitivas juegan un papel importante en el
mantenimiento de ciertos trastornos psicológicos.
Sea
como sea las distorsiones cognitivas generan malestar y nos restan flexibilidad
para gestionar nuestro sistema de pensamientos y emociones.
Detectar
aquellos pensamientos que nos alejan de la realidad y que, en algunos casos,
forman parte de un modo habitual de funcionamiento, es una estrategia de
autoconocimiento básica para empezar a comprender qué nos impide estar bien.
El
objetivo no es evitar que aparezcan, sino comprender su razón de ser y frenar
su mensaje (no hacerlas más poderosas). Así mismo, es interesante observar en
qué contextos, con qué personas, en qué situaciones y tras qué condiciones
aparecen habitualmente las distorsiones. Esto nos facilitará mucho el trabajo.
¿Cómo
mejorar los procesos cognitivos?
Los
pensamientos determinan nuestra manera de ver, entender, interpretar y evaluar
el entorno, y son el origen principal de los sentimientos. Estos pensamientos
pueden coincidir con la realidad de nuestro entorno, con lo que las emociones o
sentimientos derivados serán adecuados, o no coincidir, con lo que las
emociones o sentimientos serán erróneos.
Estos
procesos cognitivos desadaptativos pueden derivar en problemas de salud mental,
como estrés, fobias o miedo.
Algunas
Pautas para enfrentarnos a distorsiones cognitivas:
-Aprender
a identificar y reconocer nuestras distorsiones cognitivas.
-Cuestionar
nuestros pensamientos y comprobar su veracidad.
-Buscar
alternativas de pensamientos.
-Buscar
evidencias y argumentos, lógicos y fiables, que puedan poner en duda el
pensamiento que tenemos.
-En
algunos casos, aunque procuremos seguir las recomendaciones comentadas
previamente, es preciso contactar con un especialista. Existen
soluciones realmente eficaces para superar estos problemas.
-
No dudes en ponerte en manos de un experto si lo necesitas. Mejorar tu calidad
de vida es posible.
Ps.
Rocxana Croce