jueves, 28 de noviembre de 2013

Bienvenido el desamor



Es necesario haber amado, después perder el amor y luego volver a amar todavía




Cuando se ha querido y se ha amado, resulta muchas veces doloroso voltear la página y no solo porque se ha invertido tiempo, energía, espectativas, sino y lo más importante porque están de por medio los afectos.  Y cuando acaba una relación luego de haberse agotado los intentos, el desamor empieza a decir "acá estoy, mirame".

En éste proceso y antes de "tirar la toalla", uno siente la necesidad de intentarlo tantas veces creemos sea necesario, pero llega un momento que resulta tortuoso este afán de sostener una relación que ya no camina, incluso constituye una mochila que empieza a cargarse de sentimientos contrarios que terminan perjudicandonos, devorando nuestras vidas, una especie de autodestrucción frente a algo que ya no tiene razón de ser.

Bienvenido el desamor que  nos libera porque permite soltar las ataduras de una realidad que a  veces no queremos aceptar y simplemente va resultando tóxica.

No todas las batallas las ganamos, pero en la aceptación de la derrota nos erigimos como fuertes combatientes, al final aprendimos y crecimos. Ese aprendizaje es el que nos llevamos como trofeo.

Si podemos hablar de beneficios del desamor, señalamos los siguiente: 

  • Nos libera de una carga emocional
  • Nos permite reencontrarnos
  • Nos da la posibilidad de ver más allá
  • Nos revela que podemos y que no debemos hacer a futuro
  • Nos dice que la vida continúa sin esa atadura emocional
  • Nos ayuda a fluir y ser más espontáneos
  • Nos permite mejorar nuestra autoestima
  • Nos aquieta el espíritu

R.C.

viernes, 1 de noviembre de 2013

EFECTO PLACEBO


"La manera en que nos sentimos depende en gran medida de cómo anticipamos que nos sentiremos" Dr. Irving Kirsch

En algunas situaciones aquellos que nos cura o restablece no es precisamente el medicamento prescrito o cualquier otra intervención médica, sino el componente psicológico que esta inmerso. 

El placebo es cualquier sustancia o procedimiento médico que genera un efecto en el paciente por su intención terapéutica.  

En toda relación terapéutica es importante la ACTITUD del profesional.  El preocuparnos por el paciente, escucharlos activamente, brindarles calidez y consuelo, ese soporte que necesitan proyectándoles confianza, también es percibido por ellos y podemos señalar que ésto conlleva a una mejora porque el efecto placebo no solo trabaja a nivel de las percepciones subjetivas del paciente sino  a nivel fisiológico, como un medicamento que calma.

Esto no es magia, éste es un proceso que tiene lugar en el cerebro y es el resultado de la liberación de endorfinas (aquellas sustancias que nos producen el estado de bienestar y alivian el dolor). 

Por ejemplo cuando tomamos un medicamento que pensamos nos ayudará de antemano, el cerebro reacciona como si ya estuviera obteniendo el alivio. Hay expectativas, fe de que eso nos calmará.



Además el placebo tiene relación con las CREENCIAS sobre el futuro, ya sea optimistas o pesimistas.  


EL PODER DE LOS PENSAMIENTOS
Los pensamientos nos condicionan a interpretar la vida de distintas maneras, ya sea por ejemplo, llevándonos bien con la suegra, como nos enfrentamos al estrés cotidiano, como cuidamos de nuestros hijos o como nos vinculamos con el vecino...... es decir, determinan como nos llevamos con nuestro entorno.  

Muchas veces se hace más referencia e hincapie sobre los pensamientos negativos, los cuales debemos de cambiar por una cuestión de bienestar personal.

Al respecto, dentro de la Terapia Cognitivo Conductual existe una técnica  muy efectiva y utilizada en muchas ocasiones, incluso sin darnos cuenta la podemos estar usando y se trata de la Técnica de la  VISUALIZACIÓN, que consiste en imaginar lo que queremos, potenciando nuestra capacidad de generar pensamientos positivos. 

Para ello planteamos la elaboración de metas u objetivos claros, que serán logrados en la practicidad del día día, haciendo cosas concretas para alcanzarlas.  

No dejaremos de sorprendernos del poder de la mente.


R.C.


El Poliamor

  Porque para quererte no necesito tenerte, te quiero libre; conmigo o sin mí. Te ofrezco mis brazos para estar juntos, o te doy mis alas pa...