domingo, 30 de octubre de 2022

Las mujeres que aman demasiado

– ¿Por qué tantas mujeres se obsesionan con el hombre equivocado, indiferente, adicto al trabajo, al alcohol, a otras mujeres que no les corresponden en el amor?
– ¿Por qué descuidan sus intereses para estar siempre disponibles para él?
– ¿Por qué se sienten vacías sin él, a pesar de que estar a su lado pueda resultar un tormento?

Robin Norwood

Tocamos este tema inspirado en el reconocido libro de autoayuda titulado “Las mujeres que aman demasiado” de Robin Norwood, psicoterapeuta estadounidense especializada en terapia de pareja y de familia, y que trabaja en el campo de la adicción, además es autora de varios libros.   Robin Norwood en este libro analiza las relaciones de mujeres con infancias claramente traumáticas, con padres maltratadores de distintas maneras, y que llegando a la juventud y edad adulta acaban aferrándose a relaciones cuya base es muy similar a la que tuvieron con sus padres, y con las que intentan, desesperadamente, conseguir otro final (el de ser vistas y amadas), fracasando de manera reiterada en el intento, perpetuando así la idea de no ser dignas de amor.

En varias ocasiones dentro de la consulta, escucho relatos de mujeres que, en sus relaciones de pareja, se entregan en demasía, incluso perdiendo su propia individualidad, es decir, renunciando a ellas mismas. Tienen la idea que eso es lo necesario para que la relación funcione.

Estas son relaciones de codependencia que dañan la  autoestima, porque la persona se deja de lado, y centra su mundo en el de su compañero y se olvida de sus propias y justas necesidades, deseos y objetivos personales.   A  la larga, experimentan un desgaste físico y emocional, la relación se va  deteriorando y que incluso muchas veces  termina.

Es ahí que se produce un vacío y dolor y algunas personas equivocadamente, como forma de evitar ese dolor, se involucran inmediatamente en otra relación, repitiéndose el circulo tóxico de relación de dependencia.

Construir relaciones afectivas sanas es complicado cuando no se es capaz de  amarse uno mismo y validarse como persona, porque depende de otra, desarrollándose una relación inadecuada.

Al perder nuestro propio eje, en ese afán de entrega a la pareja, dejamos de ser quienes somos, perdemos nuestra esencia.

En el proceso terapéutico de una persona que ama de manera disfuncional, se busca reconocer, comprender y pasar de amar demasiado a alguien que provoca dolor, a amar lo suficiente como para detener ese dolor.

La terapia necesita permite dar los pasos necesarios para librarse del amor tóxico y construir una relación sana, y al hacerlo aportar la esperanza necesaria para encontrar la felicidad.

Veamos algunas características de las mujeres que aman demasiado:

1. Por lo general son mujeres que vienen de hogares disfuncionales, donde hubo carencia de muestras de cariño en su casa. Así, la mujer que ama demasiado buscará (inconscientemente) una pareja que tampoco será cariñosa con ella.

2. tienen la creencia que el sufrimiento forma parte de estar enamorada.

3. tratan de compensar indirectamente esa necesidad insatisfecha, proporcionando afecto, en especial a hombres que parecen, de alguna manera, necesitados.  

 4.  Se enamoran de una idea, es decir idealizan a la pareja, se enamoran de lo que podría ser, y no de lo que es.

5. Hacen cualquier cosa para evitar el abandono.

6. Siempre están a la expectativa de que su pareja cambie, y dispuestas a esperar, a conserva esperanzas y esforzarse más para complacer.

7. Frecuentemente disculpan o justifican el mal carácter y las actitudes negativas de su pareja.

8. Su amor propio, su autoestima es baja.

9. Necesita con desesperación controlar a la pareja debido a la poca seguridad que experimentó en la niñez.

10. Hay una probable  predisposición emocional  a algún tipo de adicción: a las drogas, al alcohol y/o ciertas comidas, en particular los dulces.

11.Al verse atraídas por hombres que tienen problemas, se involucran en situaciones que son caóticas, inciertas y emocionalmente dolorosas, y se posterga a sí  misma.

12. Existe la tendencia a los episodios depresivos, los cuales trata de prevenir por medio de la excitación que le proporciona una relación inestable.

13.Se involucran en relaciones que afectan su integridad física y emocional.

Algunas recomendaciones basadas en el libro de Robin Norwood:

Primero: Buscar ayuda. Y antes de tener el valor de buscar ayuda, lo más importante es reconocer y aceptar que tú formas parte del problema. Y si formas parte del problema también eres parte de la solución. Este es el primer paso para tu recuperación. La ayuda puede buscarse a través de libros de autoayuda, grupos de apoyo o psicoterapia.

Segundo: Es necesario Buscar nuevos círculos sociales. Hacer nuevas amistades y acercarte a personas que aporten valor a tu vida para tu cambio y crecimiento personal.

Tercero: Urge realizar cambios, romper patrones y deshacer creencias. No es tarea sencilla, se requiere de voluntad y valor. Sin embargo, la recompensa será de largo plazo.

                           Definitivamente amar más, no significa amar mejor.

Ps. Rocxana Croce.

 

domingo, 16 de octubre de 2022

¡CUANDO NO, ES NO!

 

Cuando te encuentras en una situación incómoda, en la que te cuesta, o no puedes  decir NO ¿Cuál es la preocupación que ocupa tu pensamiento, qué es lo que pasa por tu cabeza? Quizás ¿qué va a pensar la otra persona, ¿cómo va a reaccionar, o qué va a decirme…? ¿O realmente es lo que quieres y opinas tú?

 

Decir NO puede parecer fácil, sin embargo, es una de las dificultades que más encontramos como motivo de consulta, siendo el origen de  algunos problemas, porque  al no saber negarse a los pedidos o deseos de otros, las personas terminan haciendo cosas que no desean, postergando sus necesidades en función de las ajenas.

Aprender a decir no, está muy relacionado con la asertividad, que consiste en el derecho a decir no, a expresar nuestra  propia opinión, a cambiar de idea, a no dar explicaciones si no lo deseamos.

La clave es hacerlo de un modo directo, respetuoso, amable, sereno, claro, sin rodeos…, pero siempre, defendiendo nuestros derechos.

Cuando somos asertivos entendemos que los derechos de los demás están a la misma altura que los nuestros

Para ello, es importante entrenarnos y desarrollar esta necesaria habilidad, estando los   psicólogos y psicólogas, para darte ese soporte, guía y esa ayuda. Por ejemplo: 

 

·        Al Decir que no: “No me apetece ir al cine hoy”, “Lo siento, pero no me gusta dejar el auto a otras personas”.

·        Al Expresar sentimientos negativos: “Me duele cuando te comportas así”, “Me siento decepcionada”.

·        Al Admitir críticas: “Háblame más de eso que dije y  te ha molestado”.

·        Al Pedir un cambio comportamental: “Me gustaría que cuando te diga mis sentimientos me miraras a los ojos, para sentir que estás escuchándome”.

·        Al Expresar opiniones diferentes: “Es que yo no creo que exista una verdad absoluta”.

Pero ¿por qué nos cuesta decir NO?

- La primera causa por la que nos puede costar decir no es por miedo al rechazo.  Quizás por el temor a que los demás piensen algo malo de nosotros.

Por ejemplo, podemos pensar que  nos mostramos insensibles o egoístas si decimos que no ante una petición de los demás.

- Otro motivo sería por los estilos de conducta que hemos ido aprendiendo y que nos llevan en algunos casos a pensar que, rechazar deseos o decir no, puede expresar falta de consideración, mala educación o incluso crueldad.

- Otra causa sería el no saber cómo hacerlo. Porque No sólo es cuestión de decir no, sino de expresarlo con naturalidad, con empatía sin generar enfrentamiento o agresividad. Muchas veces no decimos no, sencillamente, porque no tenemos las habilidades suficientes.

- También las malas experiencias en el pasado constituyen otro  motivo. Nos cuesta más decir no porque hemos tenido experiencias negativas, y esto ha creado un hábito de una  respuesta evitativa.

- Y en general, el motivo fundamental sería evitar emociones displacenteras que surgen cuando estoy diciendo que no.  Cuando pongo un límite me siento preocupado, nervioso, angustiado… y simplemente, a veces queremos “escapar” de esas sensaciones y decidimos que es más fácil evitar decir no.

 

Existen ciertas señales o indicios, que nos pueden indicar  que tenemos ciertas dificultades para decir no.

1-  Cuando tenemos la tendencia a justificarnos en exceso. Cuando nos decimos: “En realidad me da igual”. “Tampoco es tan importante”. Nos acostumbramos a soportar el malestar como un “mal menor”.

2-  Otra señal sería sentirnos enfadados o decepcionados por no habernos expresado como realmente queríamos. O, a pesar de haber dicho que no, sentirnos culpables.

¿Veamos qué efectos o consecuencias tiene no decir no?

No decir no, es una acción que no es neutra, es decir, tiene consecuencias, nos afecta.

Debemos entender que decir no es un acto legítimo, que hace que expresemos nuestra autonomía e independencia, nuestra capacidad para tomar decisiones, para reafirmarnos y expresar nuestras propias convicciones.

El no hacerlo y convertirlo, a fuerza de repetición, en nuestro estilo de conducta, evitativo, tiene como principal consecuencia, prácticamente, perder la percepción de control sobre nuestra vida.  No ser nosotros mismos.  Sentirnos como indefensos…y  que son los demás los que manejan nuestra vida nuestras decisiones, nuestras opiniones y nuestras respuestas.

Muchas personas que vienen a consulta por dificultades emocionales como falta de autoestima, miedos, preocupaciones, fracaso, enfado y que también muestran problemas físicos como dolores de cabeza, de estómago, ansiedad, somatizaciones…, al analizar estas causas, observamos que con mucha frecuencia el no saber decir no puede ser una de las dificultades relevantes en estas problemáticas.

Detectarlo permite dar con una solución eficaz, aprendiendo y entrenando esta habilidad, nos  permite poder controlar la propia vida. Y esta percepción de control es muy gratificante cuando se adquiere.

Además, se desarrolla la autoconfianza, seguridad, en suma: la autoestima.

También las personas que se  entrenan en esta habilidad, lo que observan es que sienten respeto e incluso admiración a sí mismos por el hecho de ser asertivos en determinados momentos o situaciones sociales, porque si solo deseamos agradar a los demás, dejamos de ser nosotros mismos y de vivir nuestra propia vida.

       –  Si aprendemos a decir «no», no significa que los demás nos van a dejar de querer. Porque  Si una persona realmente nos quiere, comprenderá que nuestras decisiones y deseos también son importantes.

 

¿Qué claves o estrategias pueden ayudarnos en esta dificultad para decir no?

En primer lugar, hay que ser conscientes de que es una habilidad que se entrena, es una destreza que se adquiere, se aprende, no es algo innato, con lo que nacemos.

A veces la idea de pensar que soy así y no puedo cambiar, es una idea que nos bloquea y nos impide ser asertivos o decir no. Esta es una idea que hay que desterrar, porque no es cierta.

En segundo lugar, no se trata sólo del hecho de decir no, sino de hacerlo del modo adecuado. cómo lo digo.  Por supuesto, sin  generar, incomodidad o malestar o violencia en los demás y es  clave  saber regularnos emocionalmente, gestionar toda la parte emocional que está interviniendo en este proceso de asertividad.

Y además Porque hay emociones que brotan cuando quiero ser asertivo o poner un límite al  decir un NO.  Surgen emociones como la culpa, el miedo, etc., y el cómo regulemos estas emociones va a determinar cómo va ser nuestra respuesta asertiva.

 

¿Cuál sería la mejor forma de decir no?

Es importante expresarnos con empatía, sin manipulación, pero con claridad y sin agresividad. Y esto requiere de técnica, y hay que entrenarla.

 Una de las técnicas con las que se suele trabajar sería la Técnica del Sándwich. Esta técnica es muy extendida, y consiste en expresar un mensaje negativo, pero empezar por una idea positiva que empatice con la otra persona. De manera que mantenemos firme el mensaje de negativa, pero lo incluimos en un “sándwich” de empatía y de asertividad, que hace que ese mensaje sea recogido de una manera más adecuada por el receptor.

Por ultimo, señalar que Saber decir NO a tiempo es importante. Porque nos permite ser los dueños de nuestra vida, poner límites y no ceder a manipulaciones ni chantajes.  

Ps. Rocxana Croce.


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