Nuestro estilo de vida
está influenciado por nuestras conductas y el desarrollo de patrones de
conducta que muchas veces resulta de un mayor nivel de estrés en relación por
ejemplo al trabajo (workaholics), al uso del internet o de las redes sociales,
al consumo exagerado del cigarro, del alcohol, el descontrol en el consumo de
calorías y grasas saturadas, también la falta de ejercicio físico, el
aislamiento social o falta de actividades relacionadas con el descanso o
relajación.
Evidentemente que el exceso
de una conducta conlleva al déficit de otra y por supuesto al desgaste físico y
emocional de que algo hecho con mucha frecuencia puede perder hasta su cualidad
de placentero.
Una forma de empezar a
tratar los casos de estrés exagerado o crónico, es identificar y registrar los
pensamientos y creencias que tiene el paciente respecto a determinada actividad
en exceso y ver formas de afrontamiento al mismo.
El objetivo radica en
modificar con REESTRUCTURACIÓN COGNITIVA las ideas erróneas, buscando generar
pensamientos alternativos más funcionales que favorezcan respuestas más
eficaces y saludables, todo lo cual reduce el nivel de estrés.
Estudios científicos
demuestran que las enfermedades del sistema inmune están muy relacionadas al
estilo de vida. Pero a su vez, éste es un factor modificable porque permite que
las personas aprendamos maneras saludables de vivir y esto reporte en una buena
salud física y psíquica.
Además intervienen los
factores ambientales, un buen nivel de soporte social, adecuada alimentación y
practica de algún deporte o actividad física, con un descanso nocturno mínimo
de ocho horas, con programas de relajación y técnicas para reducir la ansiedad,
disminuyendo los excesos en todo sentido y más bien buscar puntos medios, equilibrios,
tratando de mantener un balance en las diferentes áreas de la vida, para estar
más sanos y óptimos.
Porque todo en exceso
afecta y trae consecuencias negativas.
Rocxana Croce P.
Rocxana Croce P.