martes, 28 de marzo de 2023

Diferencias entre el trastorno bipolar y el trastorno límite de la personalidad

 

El estado de tu vida no es más que un reflejo del estado de tu mente. 

Wayne Dyer.

En el ser humano el componente emocional es muy importante puesto que nos permite valorar la relación de nuestra existencia con lo que ocurre alrededor nuestro y que nos motivan a diversos tipos de comportamiento.

Por ejemplo, La  tristeza nos lleva a evitar repetir situaciones de pena.  La alegría nos motiva  a repetir conductas que nos proporcionan ese estado de bienestar, lo mismo que el placer. El miedo nos lleva a que evitemos ciertos estímulos o situaciones que nos producen temor, incomodidad, preocupación o angustia. El amor y el odio nos conducen a acercarnos o alejarnos de personas, o situaciones.

Las emociones no son inmutables y van cambiando en base a los acontecimientos.

Sin embargo, existen diferentes trastornos en los que aquellos que lo padecen, sufren cambios rápidos en la emocionalidad que no pueden controlar y que les hacen sufrir, experimentar malestar, afectando la calidad de su vida y el bienestar que todo ser humano persigue.

Específicamente, hoy hablaremos de dos tipos de  Trastornos, que, si bien comparten algunos síntomas parecidos y a veces incluso pueden llegar a confundirse, tienen diferencias que analizaremos en este episodio:  nos estamos refiriendo al Trastorno Bipolar y el Trastorno Límite de la Personalidad o TLP.

 

El trastorno límite de la personalidad (TLP) o también conocido como Borderline, es un trastorno de la salud mental que se caracteriza por patrones constantes de emociones inestables, con dificultad para la regulación de las emociones.

Los científicos no están seguros de la causa del trastorno límite de la personalidad, pero diversas investigaciones sugieren que los factores genéticos, ambientales y sociales pueden aumentar el riesgo de desarrollarlo.

Las personas que tienen un trastorno límite de la personalidad realizan muchas conductas de manera impulsiva y suelen tener relaciones confusas y problemáticas con los demás.

Se trata de personas que manifiestan una gran sensibilidad ante estímulos emocionales, viviendo cada una de sus emociones de manera exageradamente intensa.

El TLP  impacta en la forma en que la persona piensa y siente acerca de sí mismo y de los demás.  Incluye problemas de autoimagen, dificultad para manejar las emociones y el comportamiento, y un patrón de relaciones inestables.

Con el trastorno límite de la personalidad, se tiene un temor profundo al abandono, hay dificultad en tolerar estar solo. Sin embargo, la ira, la impulsividad y los frecuentes cambios de ánimo pueden alejar a los demás, pese a que quisiera la persona, tener relaciones afectuosas y duraderas.

Entre los síntomas que presentan las personas con trastorno límite de la personalidad se encuentran los siguientes:

1-Presencia de Relaciones interpersonales inestables que alternan sentimientos de amor y odio hacia otra persona, en frases como "¡Estoy tan enamorado!"  y "la odio".

2-Una Autoimagen distorsionada e inestable, que afecta al estado de ánimo, valores, opiniones, metas y relaciones interpersonales.

3-Conductas impulsivas que pueden tener resultados peligrosos o de riesgo tales como gasto excesivo, sexo no seguro, abuso de sustancias o conducción temeraria.

4-Posible comportamiento suicida y autolesiones.

5-Períodos de intensos estados de ánimo de la persona, sea depresivo, de irritabilidad o ansiedad, puede variar de manera constante durante el día y puede durar desde minutos a horas, o unos pocos días.

6-Sentimientos crónicos de aburrimiento, soledad o vacío emocional.

7-Presencia de ira inapropiada, intensa o incontrolable, a menudo seguido de vergüenza y culpa.

8-Cambios de humor extremos

 

El trastorno bipolar (TB) o trastorno maniaco- depresivo, este es uno de los trastornos del estado de ánimo que se caracteriza por la alternancia entre fases maníacas y fases depresivas.

La causa es en su origen, esencialmente, biológica y genética. 

Las personas que tienen un trastorno bipolar presentan una serie de síntomas durante sus distintas fases.

Por ejemplo, durante la fase de manía pueden tener un estado de ánimo eufórico, su nivel de energía aumentada, suelen hablar mucho, sienten que son capaces de lograr absolutamente todo lo que se propongan, por lo que muestran tener una autoestima muy elevada, con  sentimientos irreales de importancia, suelen dormir menos o sentirse descansados después de solo unas pocas horas de sueño, hay presencia de pensamientos acelerados, con posibilidad de  realizar conductas de riesgo o irresponsables debido a que no son capaces de medir bien el peligro, actúan muchas veces por impulso y se distraen fácilmente.  Un episodio maníaco puede interferir en su capacidad para desempeñarse de manera adecuada en la vida.

En la fase de depresión, ocurre todo lo contrario, por lo que la persona puede comenzar a experimentar sentimientos de inutilidad, su energía disminuye considerablemente, presenta pensamientos muy negativos y catastróficos e incluso puede llegar a tener ideas suicidas, actúa con lentitud y torpeza, puede llegar a evitar el contacto con los demás, incluso pueden dejar el trabajo, entre otros síntomas propios de la depresión.

Estas fases pueden llegar a durar unos días, semanas, meses. Es necesario mencionar que los altibajos emocionales que presentan las personas con trastorno bipolar no son iguales a los que tenemos todos normalmente.

 

Veamos las diferencias entre el trastorno bipolar y el trastorno límite de la personalidad

A pesar de que estamos hablando de trastornos que tienen muchas similitudes en cuanto a síntomas, también cuentan con ciertas diferencias y es importante tener claro cuáles son para no confundirlos.

1-El trastorno bipolar está clasificado dentro de los trastornos de estados de ánimo y el TLP está dentro de los trastornos de la personalidad.

2-En el trastorno límite de la personalidad, los cambios en el estado de ánimo se producen de manera constante y poco duradera. Una persona con TLP tiene cambios constantes de humor durante el día que pueden durar minutos u horas, en cambio, una persona con trastorno bipolar alterna entre una fase maniaca y una depresiva, durando cada una de ellas días, semanas o meses.

3-En casos graves del trastorno bipolar, la persona puede llegar a perder el contacto con la realidad (pueden presentar delirios y alucinaciones), en cambio en el TLP esto no ocurre.

4-Las personas con trastorno límite de la personalidad actúan todo o casi todo el tiempo de manera impulsiva, mientras que las personas con trastorno bipolar, únicamente lo hacen cuando se encuentran en la fase maníaca.

 

Hablemos acerca del  tratamiento,  partiendo de un diagnóstico preciso y oportuno.

En el tratamiento para el Trastorno Límite de Personalidad, los medicamentos no se usan como el tratamiento principal, ya que los beneficios no son claros. Sin embargo, en algunos casos, un psiquiatra puede recomendar medicamentos para tratar síntomas específicos o trastornos mentales concurrentes o asociados, como depresión.

También el tratamiento incluye el apoyo familiar y la psicoterapia sobre todo con el enfoque de la Terapia Cognitiva Conductual (TCC) es una forma de intervención psicoterapéutica en la que destaca la reestructuración cognitiva que puede ayudar a las personas con este trastorno a identificar y cambiar las creencias fundamentales o los comportamientos derivados de la percepción equivocada de sí mismos y de otros, así como los problemas que tienen para interactuar con los demás. Este tipo de terapia puede ayudar a disminuir los cambios de estado de ánimo y los síntomas de ansiedad, así como reducir el número de conductas suicidas o autodestructivas.

Además se recomienda la Terapia Dialéctica Conductual (TDC), que se basa en la relación entre el cambio y la aceptación o la autovalidación, es decir, tener la capacidad de auto aceptarse, pero tomando en consideración la necesidad de cambio.  Este tipo de terapia también enseña habilidades para controlar las emociones intensas, reducir los comportamientos autodestructivos y mejorar las relaciones.

El tratamiento del Trastorno Bipolar, suele ser más complicado y está mucho más centrado en el uso de fármacos, psicoeducación y psicoterapia, de preferencia la terapia cognitivo conductual que ha demostrado eficacia para controlar la enfermedad.

Se recomienda aprender y adoptar un estilo de vida saludable, cuidando las horas de sueño, evitando el consumo de drogas, realizando ejercicio físico, etc. que ayudan a prevenir y controlar los síntomas.

Por último, es importante saber que, si la persona aprende a aceptar su afección o enfermedad y reconoce lo que debe hacer para tratarla, buscando el apoyo necesario y oportuno, ello puede marcar una gran diferencia a su favor.

Ps. Rocxana Croce.


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