El estado de tu vida no es más que un reflejo del estado de tu mente.
Wayne Dyer.
En el ser humano el
componente emocional es muy importante puesto que nos permite valorar la
relación de nuestra existencia con lo que ocurre alrededor nuestro y que nos
motivan a diversos tipos de comportamiento.
Por ejemplo, La tristeza nos lleva a evitar repetir
situaciones de pena. La alegría nos
motiva a repetir conductas que nos
proporcionan ese estado de bienestar, lo mismo que el placer. El miedo nos
lleva a que evitemos ciertos estímulos o situaciones que nos producen temor,
incomodidad, preocupación o angustia. El amor y el odio nos conducen a
acercarnos o alejarnos de personas, o situaciones.
Las emociones no son
inmutables y van cambiando en base a los acontecimientos.
Sin embargo, existen
diferentes trastornos en los que aquellos que lo padecen, sufren cambios
rápidos en la emocionalidad que no pueden controlar y que les hacen sufrir,
experimentar malestar, afectando la calidad de su vida y el bienestar que todo
ser humano persigue.
Específicamente, hoy
hablaremos de dos tipos de Trastornos,
que, si bien comparten algunos síntomas parecidos y a veces incluso pueden
llegar a confundirse, tienen diferencias que analizaremos en este
episodio: nos estamos refiriendo al
Trastorno Bipolar y el Trastorno Límite de la Personalidad o TLP.
El trastorno límite de la personalidad (TLP) o
también conocido como Borderline, es un trastorno de la salud mental que se
caracteriza por patrones constantes de emociones inestables, con
dificultad para la regulación de las emociones.
Los científicos no están
seguros de la causa del trastorno límite de la personalidad, pero diversas
investigaciones sugieren que los factores genéticos, ambientales y sociales
pueden aumentar el riesgo de desarrollarlo.
Las personas que tienen un
trastorno límite de la personalidad realizan muchas conductas de manera
impulsiva y suelen tener relaciones confusas y problemáticas con los demás.
Se trata de personas que
manifiestan una gran sensibilidad ante estímulos emocionales, viviendo cada una
de sus emociones de manera exageradamente intensa.
El TLP impacta en la forma en que la persona piensa
y siente acerca de sí mismo y de los demás.
Incluye problemas de autoimagen, dificultad para manejar las emociones y
el comportamiento, y un patrón de relaciones inestables.
Con el trastorno límite de
la personalidad, se tiene un temor profundo al abandono, hay dificultad en
tolerar estar solo. Sin embargo, la ira, la impulsividad y los frecuentes
cambios de ánimo pueden alejar a los demás, pese a que quisiera la persona,
tener relaciones afectuosas y duraderas.
Entre los síntomas que
presentan las personas con trastorno límite de la personalidad se encuentran
los siguientes:
1-Presencia de Relaciones
interpersonales inestables que alternan sentimientos de amor y odio hacia otra
persona, en frases como "¡Estoy tan enamorado!" y "la odio".
2-Una Autoimagen
distorsionada e inestable, que afecta al estado de ánimo, valores, opiniones,
metas y relaciones interpersonales.
3-Conductas impulsivas que
pueden tener resultados peligrosos o de riesgo tales como gasto excesivo, sexo
no seguro, abuso de sustancias o conducción temeraria.
4-Posible comportamiento
suicida y autolesiones.
5-Períodos de intensos
estados de ánimo de la persona, sea depresivo, de irritabilidad o ansiedad,
puede variar de manera constante durante el día y puede durar desde minutos a
horas, o unos pocos días.
6-Sentimientos crónicos de
aburrimiento, soledad o vacío emocional.
7-Presencia de ira
inapropiada, intensa o incontrolable, a menudo seguido de vergüenza y culpa.
8-Cambios de humor extremos
El trastorno bipolar (TB) o trastorno maniaco- depresivo,
este es uno de los trastornos del estado de ánimo que se caracteriza por
la alternancia entre fases maníacas y fases depresivas.
La causa es en su origen,
esencialmente, biológica y genética.
Las personas que tienen un
trastorno bipolar presentan una serie de síntomas durante sus distintas fases.
Por ejemplo, durante la fase
de manía pueden tener un estado de ánimo eufórico, su nivel de energía
aumentada, suelen hablar mucho, sienten que son capaces de lograr absolutamente
todo lo que se propongan, por lo que muestran tener una autoestima muy elevada,
con sentimientos irreales de importancia,
suelen dormir menos o sentirse descansados después de solo unas pocas horas de
sueño, hay presencia de pensamientos acelerados, con posibilidad de realizar conductas de riesgo o irresponsables
debido a que no son capaces de medir bien el peligro, actúan muchas veces por
impulso y se distraen fácilmente. Un
episodio maníaco puede interferir en su capacidad para desempeñarse de manera
adecuada en la vida.
Estas fases pueden llegar a
durar unos días, semanas, meses. Es necesario mencionar que los altibajos
emocionales que presentan las personas con trastorno bipolar no son iguales a
los que tenemos todos normalmente.
Veamos las diferencias entre
el trastorno bipolar y el trastorno límite de la personalidad
A pesar de que estamos
hablando de trastornos que tienen muchas similitudes en cuanto a síntomas,
también cuentan con ciertas diferencias y es importante tener claro cuáles son
para no confundirlos.
1-El trastorno bipolar está
clasificado dentro de los trastornos de estados de ánimo y el TLP está dentro
de los trastornos de la personalidad.
2-En el trastorno límite de
la personalidad, los cambios en el estado de ánimo se producen de manera
constante y poco duradera. Una persona con TLP tiene cambios constantes de
humor durante el día que pueden durar minutos u horas, en cambio, una persona
con trastorno bipolar alterna entre una fase maniaca y una depresiva, durando
cada una de ellas días, semanas o meses.
3-En casos graves del
trastorno bipolar, la persona puede llegar a perder el contacto con la realidad
(pueden presentar delirios y
alucinaciones), en cambio en el TLP esto no ocurre.
4-Las personas con trastorno
límite de la personalidad actúan todo o casi todo el tiempo de manera
impulsiva, mientras que las personas con trastorno bipolar, únicamente lo hacen
cuando se encuentran en la fase maníaca.
Hablemos acerca del tratamiento, partiendo de un diagnóstico preciso y
oportuno.
En el tratamiento para el
Trastorno Límite de Personalidad, los medicamentos no se usan como el
tratamiento principal, ya que los beneficios no son claros. Sin embargo, en
algunos casos, un psiquiatra puede recomendar medicamentos para tratar síntomas
específicos o trastornos mentales concurrentes o asociados, como depresión.
También el tratamiento
incluye el apoyo familiar y la psicoterapia sobre todo con el enfoque de
la Terapia Cognitiva Conductual (TCC) es una forma de intervención
psicoterapéutica en la que destaca la reestructuración cognitiva que puede
ayudar a las personas con este trastorno a identificar y cambiar las creencias
fundamentales o los comportamientos derivados de la percepción equivocada de sí
mismos y de otros, así como los problemas que tienen para interactuar con los
demás. Este tipo de terapia puede ayudar a disminuir los cambios de estado de
ánimo y los síntomas de ansiedad, así como reducir el número de conductas
suicidas o autodestructivas.
Además se recomienda la Terapia Dialéctica Conductual (TDC), que se basa en la relación entre el cambio y la
aceptación o la autovalidación, es decir, tener la capacidad de auto aceptarse,
pero tomando en consideración la necesidad de cambio. Este tipo de
terapia también enseña habilidades para controlar las emociones intensas,
reducir los comportamientos autodestructivos y mejorar las relaciones.
El tratamiento del
Trastorno Bipolar, suele ser más complicado y está mucho más centrado
en el uso de fármacos, psicoeducación y psicoterapia, de preferencia la terapia
cognitivo conductual que ha demostrado eficacia para controlar la enfermedad.
Se recomienda aprender y
adoptar un estilo de vida saludable, cuidando las horas de sueño, evitando el
consumo de drogas, realizando ejercicio físico, etc. que ayudan a prevenir y
controlar los síntomas.
Por último, es importante saber
que, si la persona aprende a aceptar su afección o enfermedad y reconoce lo que
debe hacer para tratarla, buscando el apoyo necesario y oportuno, ello puede
marcar una gran diferencia a su favor.
Ps. Rocxana Croce.