Temperamento son aquellos tipos de caracteres
que heredamos la mayoría de veces por genética, aunque en algunas
ocasiones influye el ámbito social en el que nos desenvolvemos diariamente.
Está vinculado con la manera de ser y la
forma que tenemos de reaccionar ante las situaciones y tiene que ver con el
estado de ánimo y el manejo de las emociones.
Médicos de la antigüedad
como Hipócrates (460 a.C–370 a.C.) y Galeno (129–200) ya distinguían entre cuatro tipos de temperamentos:
Flemático (las personas apáticas o racionales)
Colérico (con un predominio de los impulsos)
Melancólico (cercano a la congoja y el abatimiento)
Sanguíneo (sujetos de humor variable).
Todos tendremos
características de los 4 temperamentos, por lo que uno debe encontrar los 2
predominantes en cada uno.