sábado, 31 de enero de 2015

La vida me inspira, la vida me enseña

Las personas felices son aquellas que sacan lo mejor de sí mismas

Cada acontecimientos que nos sucede en la vida puede ser procesado, analizado de distintas maneras; podemos darle el sentido que consideremos correcto o incorrecto.  Pero todo deja una experiencia, lecciones que podemos o no tomarlas como parte de un aprendizaje vivencial y necesario.

Los sucesos penosos podemos interpretarlos incluso como si fueran una maldición, como una injusticia y en esa perspectiva uno se da cuenta que esas situaciones son las que te hacen tener determinada postura frente la vida. 

En el ejercicio de la propia libertad, podemos elegir y es posible incluso llegar ser mucho más humano frente a los demás en determinadas situaciones.

La vida no es fácil, muchas cosas demandan enorme esfuerzo. Tenemos la obligación de trascender, ir más allá de nuestras emociones básicas de dolor, de rabia, de rencor, de frustración. Es la única forma de poder soltar esos lastres pesados que nos inmovilizan y bloquean para poder continuar la vida.

Y el perdón es una posibilidad para la liberación porque es la manera de poder desligarse, separarse de aquellas emociones que simplemente rebotan en uno mismo y nos nos permiten tener libertad.

Batallar contra nuestros propios demonios va a requerir de parte de nosotros la fuerza y la sabiduría para trascender. 


Ps. Rocxana Croce


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