«La curiosa
paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces puedo cambiar».
Carl Rogers.
Muchas personas, en algunos momentos
de su vida, particularmente si son situaciones nuevas o estresantes, pueden
llegar a preguntarse: ¿puedo gestionar estos problemas por mí mismo/a o
necesito acudir a algún profesional? ¿En qué ocasiones se puede/debe acudir a
un psicólogo? ¿Existe alguna señal de alerta en estas circunstancias?
A lo largo de nuestra vida y en nuestro desarrollo personal, todos los seres humanos pasamos por determinadas circunstancias difíciles y complicadas que nos hacen sentir y encontrarnos mal, tristes, solos, desmotivados, nerviosos, agobiados.
Este malestar puede llegar a bloquearnos, dificultando encontrar soluciones e interfiriendo en nuestro funcionamiento habitual.
Aunque es algo muy personal, estas
circunstancias donde las emociones que nos hacen sentir mal aunado a los
problemas que nos impiden vivir la vida que deseamos o que nos generan un gran
sufrimiento, son un punto de inflexión donde suele ser conveniente pedir ayuda
para poder identificar y analizar el problema y encontrar soluciones
adaptativas.
Algunos de los indicadores más comunes
para saber cuándo acudir al psicólogo son:
1-La apatía,
cuando se ha perdido o reducido considerablemente la ilusión, las ganas y la
capacidad de disfrutar de actividades que antes nos parecían atractivas.
Sientes que no vale la pena nada.
2-Utilizar conductas negativas como
forma de evasión, por ejemplo, usar o abusar del alcohol, el
cigarro u otras drogas para evitar o eliminar ciertas preocupaciones o
problemas que son recurrentes es una señal de que algo no está funcionando de
forma adecuada.
3-No superar problemas o situaciones
del pasado que te impiden seguir hacia adelante.
Sentir que algunos acontecimientos o hechos pasados te afectan más de lo
esperado, quedando enredado en esa situación e impidiéndote superarlo y
afrontar el futuro con optimismo y esperanza.
4-Sentirse incapaz de resolver
problemas que pueden surgir en diferentes ámbitos de la vida como el familiar,
social, laboral. Puede
que se hayan puesto en práctica distintas opciones para resolver la situación,
pero se hayan fracasado, por lo que uno empieza a dudar de sus capacidades
personales.
5-No saber identificar o gestionar
nuestras emociones, teniendo respuestas poco ajustadas o desproporcionadas a la
situación. Sentirse irritable, agresivo, con cambios de
humor, llanto fácil, etc.
6-Cuando tus pensamientos negativos
son muy recurrentes y te agobian o te limitan.
7-Cambios en el apetito, el sueño con
presencia de insomnio, agotamiento y pensamientos obsesivos o disminución en el
deseo sexual sin aparente explicación.
8-Problemas físicos como
consecuencia de somatizar ciertos problemas, dolores en distintas zonas del
cuerpo, presión en el pecho, incremento de la frecuencia cardiaca,
hiperventilación, sudoración…etc.
9-Cuando los problemas te rebasan en
tu vida, exceden tu límite de control y no puedes manejarlos por ti solo.
No encuentras la manera de resolverlos.
¿Necesito ayuda psicológica?
La ayuda psicológica es un tratamiento común
para diversos problemas de salud mental. Esta es recomendable cuando un problema interfiere con nuestro
funcionamiento y vida diaria. Puede ayudarnos a entender lo que está sucediendo
y desarrollar las herramientas necesarias para lidiar con ello.
Por ejemplo, si estás preocupado
por alguna conducta o sentimiento que estás teniendo, podría ser una buena
opción. O cuando notas que tienes dificultades en distintos aspectos de tu
vida, o te está costando lidiar con ellas, también, si te está siendo difícil
cuidar de ti.
Veamos los beneficios de la ayuda
psicológica
El
mismo hecho de ser escuchados, aceptados y validados ya es en sí mismo
terapéutico y puede ser de gran ayuda.
Los
psicólogos y psicólogas somos personas formadas en el conocimiento científico,
la ética y la imparcialidad que brindamos en la asesoría especializada que
permite al consultante o paciente, el análisis funcional de determinada
situación, episodio, conflicto que lo aflige o agobia y lo guiaremos y supervisaremos,
mediante un proceso de redescubrimiento personal, rompiendo con esa “visión de túnel” que
muchas veces nos impide ver más allá del problema y encontrar soluciones que
brinden bienestar y una mejor calidad de vida a la persona en busca de ayuda.
Sin embargo, el psicólogo no sólo te
ayudará a solventar una situación de crisis, problema, conflicto o trastorno,
si no que te ayudará a conocerte, cuidarte y dirigir tu vida hacia los valores
que realmente son importantes para ti, con la autoestima necesaria.
1.Aprender nuevas herramientas para
lidiar con los problemas
2.Sanar heridas y soltar patrones
3.Mejora de habilidades de
comunicación
4.Mejores relaciones interpersonales
5.El Empoderamiento para hacer cambios
por nosotros mismos
6.Mejorar las funciones cognitivas
7.Una Mejora en la salud física
8.Mayor satisfacción, bienestar y
felicidad
Ir a psicoterapia es regalarnos
esa oportunidad para conocernos, aprender, sanar y crecer.
Es un espacio seguro, guiado por un
especialista, donde podemos expresar lo que estamos viviendo y sintiendo, y
donde aprendemos las herramientas necesarias para construir la vida que
realmente queremos vivir.
En resumen, entre otras cosas, una
consulta psicológica puede ayudarte a:
Disminuir y/o aprender a convivir con
los síntomas que interfieren en tu vida.
Encontrar y analizar el origen de esos
síntomas, pudiendo trabajar desde la raíz todas las circunstancias,
comportamientos y emociones vinculadas al conflicto.
Trabajar en el autoconocimiento,
desarrollando a la par la autoestima y confianza en sí mismo.
Fomentar estrategias y habilidades
personales que mejorarán tu resiliencia.
Hacer conscientes tus valores,
principios y objetivos, adoptando un mayor compromiso con ellos y potenciando
una actitud más activa en el logro de tus metas.
Desarrollar tu asertividad mediante
técnicas de comunicación, resolución de conflictos, habilidades sociales, … Que
te sean útiles no sólo para resolver el problema actual, si no cualquier
posible reto futuro.
¿Por qué cuesta ir al psicólogo?
Existe, pero cada vez es menos, un
estigma sobre la salud mental. Pensamos que la mente es diferente al cuerpo,
que están separadas. Pero no es así. No hay salud sin salud mental. Cuerpo
y mente están integradas, se relacionan. Igual que cuidamos nuestro cuerpo
cuando nos rompemos un hueso o sentimos dolor tenemos que cuidar nuestra mente.
Otra creencia es pensar que si vas a
terapia es dependencia, fragilidad, debilidad. Y, ¡al contrario! Ir al
psicólogo es adquirir herramientas, recursos, conocerse. Ir a terapia es una
decisión muy valiente y te hace libre, consciente.
En muchas ocasiones no validamos
nuestros problemas y nos decimos que aquello que nos sucede no es motivo
suficiente, no es para tanto. Pero por mínimo o sinsentido que consideres tu
dolor, está aquí contigo y necesita tu atención.
Puede ser que los problemas en tu vida
no sean realmente graves, pero no es necesario estar en el peor momento de tu
vida para sentirte mejor.
Algunos ejemplos de aspectos que se
pueden tratar en terapia, sin necesidad de tener un diagnóstico son:
Acerca de gestión emocional. Una
emoción que te atraviesa y te cuesta canalizar ya es un gran motivo para ir a
terapia.
Sobre la Autoestima. La
autoestima es una raíz en nuestra vida. Si tienes inseguridades, miedos, te
tratas desde la crítica, etc.
En situaciones de duelo. No
tiene por qué ser tras la pérdida de un ser querido. Puede ser también
una ruptura (sentimental, familiar, amical, laboral), una
pérdida en tu vida que tienes que integrar.
Acerca de problemas de comunicación.
Temas referentes a la sexualidad. Por
desgracia estos problemas se viven desde el silencio, pero son comunes y otro
buen motivo para pedir ayuda.
Revisa todas tus áreas vitales y
observa si hay alguna de estas áreas en la que puedas sentirte mejor.
Conclusión
Tomar la decisión de acudir al
psicólogo y comenzar un proceso de psicoterapia es una decisión personal, a
veces difícil porque aún convivimos con ciertos prejuicios sobre la salud
mental, por ejemplo, que para acudir a un psicólogo se debe de tener un
problema mental grave o estar en una situación muy complicada, lo que dificulta
acudir a consulta y sólo agrava más el cuadro de sufrimiento.
Sin embargo, y como hemos visto, son
muchas las situaciones en las que se podrían utilizar los servicios de un
psicólogo y sus beneficios son indudables.
Si en algún momento sientes que toca
invertir en ti, hazlo, que tu bienestar florezca para vivir de forma plena.
Y recuerda que
los psicólogos de algún modo tocamos el alma de las personas, porque
exploramos y tratamos con las emociones, el comportamiento y el pensamiento
humanos.
Ps. Rocxana Croce P.