miércoles, 29 de diciembre de 2021

LENGUAJE CORPORAL EN UNA ENTREVISTA

 

El cuerpo influye en la mente, favoreciendo o entorpeciendo nuestra capacidad para sacar lo mejor de nosotros en los momentos cotidianos y en los más difíciles.



Aunque no lo hacemos conscientemente, cuando no estamos hablando, seguimos comunicando con el lenguaje corporal o no verbal; con nuestros movimientos y gestos externalizamos lo que pensamos internamente sin ser conscientes de que lo hacemos.

En la entrevista el evaluador puede, gracias al contacto personal, obtener información muy útil y veraz sobre los candidatos al puesto según el lenguaje verbal y corporal de los entrevistados; por tanto, tan importante es lo que el candidato dice de sí mismo como la manera en que lo expresa a través de los signos del lenguaje no verbal, ya que el lenguaje corporal no miente.

 

Con nuestras expresiones reflejamos lo que pensamos, pues es muy difícil controlar a la vez lo que decimos y lo que expresamos.

Muchas veces cuando se afirma algo verbalmente, esa comunicación no corresponde con lo que se transmite con nuestros movimientos o gestos. Queda claro que no se está diciendo la verdad porque se observan contradicciones entre lo que se dice y lo que se hace.

Por ello, es muy importante conocer cómo utilizar las posturas de nuestro cuerpo, los gestos del rostro, los movimientos de tus manos para transmitir una imagen positiva de uno mismo ante la persona que nos está evaluando.

Algunos consejos para utilizar un lenguaje corporal adecuado:

Refuerza la primera impresión. La primera impresión va a marcar la dirección y tono de la entrevista, es vital y para ello lo esencial desde el punto de vista del lenguaje corporal es saber dar la mano de forma apropiada. Cuando des la mano mira a los ojos del entrevistador y transmite una sonrisa de empatía, un apretón de manos firme pero no muy fuerte ni alargado en el tiempo.

Usa los ojos para comunicarte. Debes intentar mirar al entrevistador directamente a sus ojos, pero sin incomodarlo, porque incluso una mirada fija e intensa, puede ser interpretada como una señal de agresión y una mirada de costado es interpretada como una sensación de mentira o inseguridad. Tu mirada debe ser empática, que proyecte entusiasmo, interés y humor.

Sonríe. La sonrisa es esencial en nuestro lenguaje corporal para mostrar simpatía, aunque sin excederse y sin que sea forzada o parezca fingida, se trata de sonreír no de reírse todo el tiempo y de todo. Entrena en un espejo una sonrisa adecuada.

Controla tu pelo. Cuando una persona está todo el tiempo acomodándose el pelo, se puede interpretar como una falta de respeto, porque das a entender que no te interesa lo que te dice tu interlocutor, que estás pensando en otras cosas, etc. Un buen corte de pelo es esencial días antes de la entrevista de trabajo, bien peinado, cómodo para que no sea una distracción durante la entrevista.

Proyecta confianza con la postura de tu cuerpo. Esto es vital y tal vez te hará recordar los consejos que te decían de sentarte derecho con la espalda recta. Para nada te apoyes sobre la mesa y evita recostarte hacia a atrás en la silla; además tu cabeza debe estar erguida y derecha y trata de sentarte un poco al borde de la silla para demostrarle interés a tu entrevistador, pero sobre todo no te sientes en la silla excesivamente rígido, como paralizado, sino correcto y relajado.

Usa expresiones faciales positivas. Todo tu rostro sirve para que te comuniques con expresiones faciales de asombro o de duda; debes tratar de ser positivo con tus expresiones faciales más allá del simple sonreír.

Evita (o controla) tus tics nerviosos.  Es imposible no tener algo de nervios en una entrevista y a veces uno tiene algunos descuidos como jugar con un lapicero, una hoja o jugar con los anillos, el reloj, jugar con los dedos, etc. Identifica esos tics y trata de controlarlos. Sin duda la mejor forma de controlar los tics es intentar relajarse antes de la entrevista, sentirte cómodo, hacer respiraciones profundas. Debe de proyectarse una imagen de interés hacia el entrevistador, porque estar distraído con nuestros tics demuestra lo contrario.

Transmite dinamismo y simpatía con tu cuerpo. No te muestres conflictivo, acuérdate de que el entrevistador busca a alguien que va a interactuar en una oficina con otros compañeros de trabajo y que deben llevarse todos bien. Debes mostrar capacidad de trabajo en equipo y convivencia diaria.

Usa tus manos. Usa las manos de forma apropiada para enfatizar los puntos fuertes y las cosas más importantes a destacar.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Ser resiliente puede aprenderse y entrenarse


La RESILIENCIA es esa capacidad que nos permite ser fuertes a pesar de los vendavales de la vida y logremos adaptarnos lo mejor posible frente a las circunstancias que conforman las pérdidas, las decepciones, los traumas y los fracasos.

Tendría que ser una enseñanza fundamental en las escuelas. 

Todos podemos ser resilientes, no lo olvides.

Piensa ¿acaso no has superado ninguna dificultad o situación en tu vida?

Reflexiona y recuerda en aquella vez que fuiste valiente y a pesar del miedo, pudiste vencerlo.

Con el apoyo terapéutico, la persona puede encontrarse consigo misma y empoderarse para desplegar sus fortalezas y emerger de las dificultades.

Conseguir ser una persona resiliente requiere dos factores: tiempo y autoconocimiento. 

Existen algunos hábitos que tienen las personas resilientes y que puedes empezar a practicar:

  1. Confían en sus capacidades
  2. Son personas creativas
  3. Son conscientes de su potencial y sus limitaciones
  4. Ven en las dificultades una oportunidad para salir fortalecidos
  5. Son optimistas, aunque ven la vida de forma objetiv
  6. Se rodean de personas positivas
  7. Saben que es imposible controlar todas las situaciones
  8. Se adaptan a los cambios
  9. Practican el mindfulness
  10. Son muy perseverantes 
  11. Afrontan las dificultades en humor y buena energía. 
  12. Buscan ayuda

"Una buena mitad del arte de vivir es la resiliencia."  Alain de Botton


El Poliamor

  Porque para quererte no necesito tenerte, te quiero libre; conmigo o sin mí. Te ofrezco mis brazos para estar juntos, o te doy mis alas pa...