CIELO AZUL: HACIENDO DE
CADA DÍA DE ENCIERRO UN DÍA DE AMOR Y OPORTUNIDAD
Ps Rocxana Croce P.
Ps. Luis Pineda B.
Los
Trastornos del Espectro Autista (TEA) clasifican un conjunto de condiciones de
desarrollo que encontramos en niñas y niños, adolescentes y adultos. No constituyen “una enfermedad, desorden,
dolencia, padecimiento, afección, etc.”, como suele ser común decirlo desde el
sentido común, y como se sostuvo desde ciertas corrientes profesionales ligadas
a la salud y desde la práctica clínica.
Sin
embargo, desde la teoría médica y algunas orientaciones clínicas en la
psicología, la condición del autismo hace referencia a un “trastorno del
neurodesarrollo”, es decir, una situación originada en un evento en la vida de
la persona, que produce un cambio en el patrón de desarrollo, y que se manifiesta como un conjunto
de características que afectan la socialización e
interacción social, y de manera específica la comunicación y el lenguaje.
En
el autismo también es común se manifiesten conductas estereotipadas o se
evidencien intereses restringidos o reducidos a determinadas actividades,
rutinas, objetos, etc. Esto último es
importante por lo que manifestaremos enseguida.
En
estos días difíciles, las personas con condición TEA, particularmente las niñas
y niños, están viviendo su propia experiencia de confinamiento debido al
Covid-19. Siendo esta una medida
obligatoria para todas las personas no es fácil sobrellevar, sobre todo para
las personas encuadradas en los TEA.
El
encierro por días aunado a la incertidumbre y los miedos que de ella se
deprenden, así como su dificultad a nivel sensorial (auditivo, visual, táctil,
olfativo, gustativo), genera en ellos estados de estrés y ansiedad, incluso conductas
de agresión o autoagresión como golpearse la cabeza, morderse, patear, etc.
No
hubo tiempo para anticiparse al cambio.
La
estructura en sus actividades, en su vida en general se ha visto alterada
rotundamente. Sus propias rutinas que les marcan la pauta para su estabilidad y
su seguridad no es la misma. No acuden
ya a sus sesiones terapéuticas, ni a sus escuelas, ni a sus universidades, ni a
sus centros de trabajos, ni a otras actividades que pudieran haber realizado
hasta hace poco.
Es
muy penoso para ellos y para sus familiares vivir esta experiencia porque el
mundo que ellos van conquistando va más allá del hogar, que van descubriendo e
incorporando al propio se ve reducido en estas condiciones.
Para muchos de ellos salir a la calle es una
necesidad para lograr salud y bienestar, que les favorece en su equilibrio
psicológico, pues el contacto con el ambiente y el moverse en su medio vecino afirma
su sentido de libertad.
Para
los que están limitados en el uso del lenguaje verbal es más complicado, su
comunicación se ve restringida para expresar sus sentimientos, así como para
relacionarse con otras personas y la propia comprensión de lo que está pasando.
Aún
hay muchas personas que no comprenden esta condición, es más, el autismo no se
hace visible a simple vista, porque físicamente no se observan diferencias. Al ser el autismo un espectro (como un
abanico), en muchos de ellos está conservada su capacidad intelectual y muchas
habilidades cognitivas.
Pueden
mostrar dificultades cuando entran en contacto con las personas por ejemplo a
nivel de la empatía, en su comunicación social, en la no comprensión de las
bromas, el doble sentido, la ironía.
En
nuestro país como en otros, se ha contemplado felizmente la posibilidad de que
las personas autistas y otras que con habilidades diferentes como síndrome Down, síndrome
Rett, hiperactividad, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), puedan salir a la
calle durante un lapso de quince minutos acompañados de un adulto, teniendo los
cuidados mínimos para evitar el contagio.
Esto con la finalidad que no se agrave su condición.
¿Cómo ayudar a las personas con autismo en tiempos de
confinamiento obligatorio?
Las
siguientes son unas recomendaciones para poder durante este
tiempo manejar mejor el aislamiento social, y ver que esto no tiene que
convertirse en una calamidad sino todo lo contrario, en una oportunidad
para desplegar otras habilidades que enriquezcan a las personas en general,
hablamos por ejemplo del asertividad, resiliencia, autonomía, toma de
decisiones, etc. (habilidades blandas).
- Tocar el tema con tranquilidad y claridad.
- Conservar las estructuras habituales (rutinas) en lo posible
- Desarrollar un hábito académico adaptable con horarios fijos y descansos.
- Reforzar los hábitos de higiene.
- Fomentar actividades de movimiento: bailar, saltar, estiramientos.
- Participar en actividades de casa: barrer, limpiar la mesa, botar la basura.
- Interrelacionarse la familia lúdicamente: juegos de mesa, pintar, armar rompecabezas, adivinanzas.
- Poder anticiparnos a aquella situación que pueda desencadenar por ejemplo un berrinche, rabieta, falta o aumento del apetito, cambios en el sueño.
- De no poder manejar una conducta como un estado de ansiedad, conectarse con su terapeuta o con los centros de salud que tienen atención telefónica.