Las rupturas sentimentales son procesos a veces muy intensos y
dolorosos por los que la mayoría de personas han pasado alguna vez en sus
vidas.
Existen muchas formas de afrontarlas, tanto para la bueno como
para lo malo, y eso implica que en algunas personas pueden dejarle una marca
emocional muy dolorosa debido al tipo de experiencia que han vivido en ese
proceso.
En los casos más graves, ese malestar se traduce en problemas
psicológicos; esto tiene que ver con no poder seguir con su vida normalmente y
tener dificultades al intentar entablar relaciones amorosas con nuevas
personas.
La persona con “el corazón roto” experimenta por lo general un sentimiento
de tristeza y pena, y en algunos casos, experimenta la sensación abrumadora de
que no podrá superar el dolor.
A nivel del cerebro, se sabe que las zonas que registran el dolor
físico se activan de la misma manera que con el dolor emocional y, también
puede generar síntomas de abstinencia que son un verdadero desafío porque ronda la tentación
de buscar, llamar o escribir a la otra persona para volver quizás a intentarlo
una vez más.
Es así que la persona atraviesa una perdida emocional, donde los
recuerdos pueden transitar por la mente una y otra vez.
Es normal sentir mucho dolor y estrés ante esta situación, y se
vive un proceso de duelo, por lo que saber cuáles son las fases del duelo ante
una ruptura puede ayudar a entender lo que está pasando:
Fase 1. Negación: Es un estado de shock, en el que la persona no acepta lo que
está sucediendo. Es un mecanismo de defensa para no enfrentarnos a la dolorosa
realidad de la ruptura.
Fase 2. Negociación: En esta etapa se piensa todas las cosas que se podrían haber
hecho y no se han hecho para evitar la ruptura. Pueden aparecer conductas de
conquista, gestos de amor ya que es una etapa donde todavía hay esperanza de
reconquistar a la pareja.
Fase 3. Enfado o Rabia: La persona empieza a aceptar la ruptura por lo que pueden
aparecer sentimientos de frustración y a veces reproche hacia la otra persona y
también hacia nosotros mismos. En esta etapa pueden aparecer deseos de venganza
o castigo, ya que se puede valorar la ruptura como algo injusto. Esta fase
cumple una función fundamental ya que permite que el dolor emocional sea menos
intenso.
Fase 4. Tristeza: En esta fase se empieza a ser consciente, y a aceptar la ruptura
por lo que aparecen sentimientos de depresión o tristeza.
Fase 5. Aceptación: Se asimila la ruptura como parte del pasado, siendo capaces
de vivir una vida plena sin esa persona.
Desvincularse de aquella persona en ocasiones puede dar miedo,
siendo la ruptura un proceso difícil de afrontar por diferentes motivos como el
Miedo a salir de la zona de confort donde se siente estable y seguro; el Miedo al qué dirán los demás, de qué pensaran
de ellos, sobre todo familiares, cuando comuniquen la ruptura.
El miedo a la incertidumbre, cierta ansiedad por lo que nos
deparará el futuro. Miedo a ser reemplazado, a pensar que tu pareja puede tener
una pareja nueva, puede hacernos sentir rechazado y por lo tanto crear malestar
emocional y Miedo a estar solo, a la independencia y a pasar ratos en soledad.
Veamos algunos consejos para gestionar superar una ruptura sentimental:
1. Evitar aislarse y encerrarse en sí mismo
tratar de superar el dolor sin ayuda externa, encerándose en uno
mismo, puede ser contraproducente y generar una situación mucho más dolorosa.
Es aconsejable y necesario compartir el dolor con otras personas,
especialmente con el círculo familiar o de amistades, que por lo general tienen
conocimiento de la relación de alguno u otro modo.
Con el apoyo del círculo íntimo de personas queridas, la persona
logrará superar la ruptura sentimental de manera mucho más eficiente y en un
menor tiempo.
2. Aceptar y gestionar el dolor
El dolor y el sufrimiento derivados de la ruptura son sentimientos
que suelen suceder; algo cambia en la vida de las personas que atraviesan una
ruptura. Por eso, la solución no pasa por intentar bloquear activamente
esos sentimientos.
Conviene tener presente que, para superar la ruptura, debemos
aceptar las emociones negativas como algo necesario para culminar con éxito el
proceso de duelo.
3. Mirar hacia el futuro
La sensación de sufrimiento y dolor intenso de las primeras
semanas tras la ruptura suelen ir acompañadas de una gran nostalgia, un
recuerdo constante de la otra persona y una idealización del pasado junto a él
o ella.
Para superar esta fase lo mejor es mirar hacia adelante y des
idealizar el pasado común con la expareja. Esto puede lograrse, por ejemplo,
anotando las sensaciones y creencias que nos vienen a la mente al pensar en la
relación que se ha terminado, analizando esas ideas desde un punto de vista racional,
lógico.
4. Entender la ruptura
A veces puede ser difícil superar una ruptura por el hecho de no
conocer las causas de la misma, y especialmente si uno mismo no es quien
decidió romper con la otra persona.
Para superar la ruptura en un tiempo relativamente breve y lograr
finalmente un estado de bienestar y equilibrio emocional, ayuda mucho
tener una explicación analítica sobre los factores que desencadenaron la
ruptura, con atención a cuáles fueron las señales que indicaban la presencia de
problemas serios en la relación. Es positivo que, de vez en cuando, podamos
pensar en esos recuerdos de manera distanciada, objetiva, basada en describir
lo ocurrido.
Hacer esto ayuda a superar la ruptura porque le aporta un
componente constructivo, que favorece el aprendizaje.
5. Aceptar los hechos
Otro aspecto que deviene del anterior es que resulta necesario la
aceptación de los hechos que han tenido
lugar en relación a la ruptura. Hay que aceptar la voluntad de la otra persona
y la nuestra con naturalidad, y no intentar recuperarla a toda costa ni
sentirse mal por no querer estar más con él o con ella, dependiendo del caso.
6. Cambio de hábitos
Una estrategia que resulta de utilidad y facilita el proceso, es
el hecho de cambiar de hábitos, para aceptar el cambio de modo de vida.
Esto permitirá fluir en todas las áreas de la vida.
7- No aislarse
Hay que tener cuidado con aislarse demasiado, o no relacionarse
por largos periodos con las personas; porque es probable que se esté
atravesando cierto grado de vulnerabilidad psicológica que puede generar riesgo
de que aparezcan trastornos psicológicos.
8. Acudir a un psicólogo especializado
Tanto si una persona ha
podido superar la ruptura sentimental por sus propios medios como si no, es
aconsejable recibir ayuda psicológica para superar una ruptura de
pareja y realizar un proceso de
autoconocimiento y crecimiento personal.
9-Tómate tu tiempo
Cada persona es un mundo y cada relación es diferente. Por
eso, cada persona necesita sus tiempos y su espacio, y tiene que
concedérselos.
Y recuerda, como decía Buda
“el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”.
10. Cuida tu imagen.
Es probable que, en momentos de suma tristeza y dolor a
consecuencia de una ruptura sentimental, resulta fácil caer en el abandono de
uno mismo.
Hay que esforzarse por
cuidar la imagen personal, el cuidado de la alimentación, de la piel, usar ropa
que nos haga sentirnos confortables y a gusto cuando nos miramos al espejo.
Recuerda que el único responsable de tu felicidad eres tú.
"Madurar es aprender a querer lo bonito, extrañar en silencio,
recordar sin rencores y olvidar despacito." Frida Kahlo.
Ps. Rocxana Croce P.