miércoles, 28 de octubre de 2015

Una mirada interdisciplinaria




PSICOLOGÍA es una palabra de origen griego cuyo significado etimológico es “estudio del alma”, de psique (alma) y logos (estudio). El significado moderno aceptado es el de “ciencia que estudia la mente y la conducta humanas”.

La letra griega “Psi”, es la letra característica asociada a la psicología.

Cada vez más personas acuden al psicólogo sin complejos, como la persona que visita la consulta del traumatólogo para sanar una lesión de tobillo.

La psicología no es la única ciencia que estudia la conducta humana. Existen otras muchas ciencias que se ocupan de la relación de las personas con su entorno y con ellas mismas, y con la cuales la psicología está inclinada a entenderse, siendo las principales: 

- PSIQUIATRÍA / NEUROLOGÍA: Estas dos ciencias aportan los conocimientos de todos los aspectos biológicos y médicos de la conducta humana, especialmente los trastornos de conducta. 

- SOCIOLOGÍA: Estudia la conducta humana desde la perspectiva de los grupos y/o sociedades.

- ANTROPOLOGÍA: Estudia la conducta de un individuo bajo la influencia de la cultura.

-HISTORIA: Permite conocer el desarrollo del ser humano a través del tiempo, comprendiendo la realidad actual a partir de su evolución. 

- BIOLOGÍA: Proporciona datos del ser humano como organismo vivo explicando el funcionamiento de todos los órganos. 

- GENÉTICA: Permite averiguar los procesos hereditarios que establecen la base de la conducta humana. 

Todas ellas dedicadas al estudio de nosotros los SERES HUMANOS, seres irrepetibles, complejos y asombrosos; solo que a veces no podemos con nostros mismo y necesitamos del "auxilio" de otros SERES HUMANOS

sábado, 3 de octubre de 2015

El mejor ansiolitico es el abrazo


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Al calor del abrazo nos encontramos. Al calor del abrazo nos despedimos

Ps. Rocxana Croce P.

Los abrazos ayudan a disminuir los efectos nocivos del estrés y los síntomas de enfermedades leves, así lo afirma un estudio publicado por la revista 'Psychological Science' y liderado por el profesor Sheldon Cohen.

El contacto físico acogedor es importantísimo para sentirnos bien, para acceder al interior de cada uno y derribar las murallas de autosuficiencia o indiferencia que a veces utilizamos.

Los abrazos se emplean para aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad. Provocan alteraciones fisiológicas positivas en quien toca y en quien es tocado. 

Cuando nos abrazamos nuestro cerebro responde segregando la hormona oxitocina, conocida por algunos como la “molécula del amor” o “la molécula afrodisíaca”. Es una hormona relacionada con los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal que actúa también como neurotransmisor en el cerebro.

Y no solamente actúa la oxitocina cuando nos abrazamos, sino que también se activa en el cerebro la liberación de serotonina (reduce la agresividad) y dopamina (mejora el humor), gracias a que experimentamos una agradable sensación de bienestar, armonía y plenitud en el momento del abrazo.


Abraza a tus seres queridos y transmite con ese gesto tus mejores deseos hacia ellos. Hazle saber todo eso, sin palabras. Solo con los dos cuerpos juntos, con la transmisión de sentimientos y energías, en directo, sin pensamientos, sin palabras. De corazón a corazón. Con la fuerza de nuestras entrañas.


Un abrazo cálido, sin palabras, sin prisas, es altamente sanador.


Beneficios:

•Sentimos protección.
•Ayudan a aumentar la confianza.
•Nos ayudan a recuperarnos pronto.
•Potencian la autoestima.
•Facilitan el entrenamiento en la empatía.
•Facilitan los desbloqueos físicos y emocionales.
•Nos permite integrarnos en cuerpo, mente y emociones.
•Favorecen la comunicación afectiva con nosotros y con el otro.
•Estimulan la gratitud.
•Despiertan la creatividad.
•Conectan con la intuición.
•Favorecen el entrenamiento de respuestas asertivas.
•Potencia el optimismo y el buen humor.
•Ahuyenta la soledad.
•Favorecen la expresión emocional.
•Alivian el estrés, la tensión y la angustia.




El Poliamor

  Porque para quererte no necesito tenerte, te quiero libre; conmigo o sin mí. Te ofrezco mis brazos para estar juntos, o te doy mis alas pa...