La felicidad está en el camino, no en el destino.
El hombre no es feliz porque está atado en el pasado o está demasiado pensando en el futuro y la felicidad se construye fundamentalmente en el presente, en el aquí y el ahora.
Los estados de ansiedad vienen
por las expectativas que nos hacemos de aquello que aún no llega. Hace falta ejercitarnos en el desapego, en mirar
las cosas de manera consciente, ajustadas a la realidad, pero sin aferrarnos a
ellas.
A veces debemos “apagar”
determinadas cosas para centrarme en otras, cambiar los chips mentales que permitan
modificar nuestros estados de ánimo y nuestra actitud.
La vida viene con desafíos, que no
son castigos como muchas personas creen, y más bien hay que superarlos, marcando propósitos,
teniendo objetivos, tomando decisiones, porque la felicidad es una decisión de
vida cotidiana, que se renueva cada mañana, en las pequeñas cosas que valoramos
y agradecemos.
La felicidad es un estado de
bienestar que depende de nosotros, de la capacidad para estimarnos y querernos con todo.
Ps. Rocxana Croce