viernes, 12 de mayo de 2023

¿Cómo saber si debo de ir al psicólogo?

 

«La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces puedo cambiar». 

Carl Rogers.

Muchas personas, en algunos momentos de su vida, particularmente si son situaciones nuevas o estresantes, pueden llegar a preguntarse: ¿puedo gestionar estos problemas por mí mismo/a o necesito acudir a algún profesional? ¿En qué ocasiones se puede/debe acudir a un psicólogo? ¿Existe alguna señal de alerta en estas circunstancias?

A lo largo de nuestra vida y en nuestro desarrollo personal, todos los seres humanos pasamos por determinadas circunstancias difíciles y complicadas que nos hacen sentir y encontrarnos mal, tristes, solos, desmotivados, nerviosos, agobiados.

Este malestar puede llegar a bloquearnos, dificultando encontrar soluciones e interfiriendo en nuestro funcionamiento habitual.

Aunque es algo muy personal, estas circunstancias donde las emociones que nos hacen sentir mal aunado a los problemas que nos impiden vivir la vida que deseamos o que nos generan un gran sufrimiento, son un punto de inflexión donde suele ser conveniente pedir ayuda para poder identificar y analizar el problema y encontrar soluciones adaptativas.

 

Algunos de los indicadores más comunes para saber cuándo acudir al psicólogo son:

1-La apatía, cuando se ha perdido o reducido considerablemente la ilusión, las ganas y la capacidad de disfrutar de actividades que antes nos parecían atractivas. Sientes que no vale la pena nada.

2-Utilizar conductas negativas como forma de evasión, por ejemplo, usar o abusar del alcohol, el cigarro u otras drogas para evitar o eliminar ciertas preocupaciones o problemas que son recurrentes es una señal de que algo no está funcionando de forma adecuada.

3-No superar problemas o situaciones del pasado que te impiden seguir hacia adelante. Sentir que algunos acontecimientos o hechos pasados te afectan más de lo esperado, quedando enredado en esa situación e impidiéndote superarlo y afrontar el futuro con optimismo y esperanza.

4-Sentirse incapaz de resolver problemas que pueden surgir en diferentes ámbitos de la vida como el familiar, social, laboral.  Puede que se hayan puesto en práctica distintas opciones para resolver la situación, pero se hayan fracasado, por lo que uno empieza a dudar de sus capacidades personales.

5-No saber identificar o gestionar nuestras emociones, teniendo respuestas poco ajustadas o desproporcionadas a la situación. Sentirse irritable, agresivo, con cambios de humor, llanto fácil, etc.

6-Cuando tus pensamientos negativos son muy recurrentes y te agobian o te limitan.

7-Cambios en el apetito, el sueño con presencia de insomnio, agotamiento y pensamientos obsesivos o disminución en el deseo sexual sin aparente explicación.

8-Problemas físicos como consecuencia de somatizar ciertos problemas, dolores en distintas zonas del cuerpo, presión en el pecho, incremento de la frecuencia cardiaca, hiperventilación, sudoración…etc.

9-Cuando los problemas te rebasan en tu vida, exceden tu límite de control y no puedes manejarlos por ti solo. No encuentras la manera de resolverlos.

 

¿Necesito ayuda psicológica?

La ayuda psicológica es un tratamiento común para diversos problemas de salud mental. Esta es recomendable cuando un  problema interfiere con nuestro funcionamiento y vida diaria. Puede ayudarnos a entender lo que está sucediendo y desarrollar las herramientas necesarias para lidiar con ello.

Por ejemplo, si estás preocupado por alguna conducta o sentimiento que estás teniendo, podría ser una buena opción. O cuando notas que tienes dificultades en distintos aspectos de tu vida, o te está costando lidiar con ellas, también, si te está siendo difícil cuidar de ti.

 

Veamos los beneficios de la ayuda psicológica

Considera la consulta psicológica como  un espacio de seguridad, donde podrás expresar y comunicar todas tus dudas, miedos y problemas sin temor a sentirte juzgado o criticado.

El mismo hecho de ser escuchados, aceptados y validados ya es en sí mismo terapéutico y puede ser de gran ayuda.

Los psicólogos y psicólogas somos personas formadas en el conocimiento científico, la ética y la imparcialidad que brindamos en la asesoría especializada que permite al consultante o paciente, el análisis funcional de determinada situación, episodio, conflicto que lo aflige o agobia y lo guiaremos y supervisaremos, mediante un proceso de redescubrimiento personal,  rompiendo con esa “visión de túnel” que muchas veces nos impide ver más allá del problema y encontrar soluciones que brinden bienestar y una mejor calidad de vida a la persona en busca de ayuda.

Sin embargo, el psicólogo no sólo te ayudará a solventar una situación de crisis, problema, conflicto o trastorno, si no que te ayudará a conocerte, cuidarte y dirigir tu vida hacia los valores que realmente son importantes para ti, con la autoestima necesaria.

 

 Por tanto, la terapia psicológica nos ayuda a lo siguiente:

1.Aprender nuevas herramientas para lidiar con los problemas

2.Sanar heridas y soltar patrones

3.Mejora de habilidades de comunicación

4.Mejores relaciones interpersonales

5.El Empoderamiento para hacer cambios por nosotros mismos

6.Mejorar las funciones cognitivas

7.Una Mejora en la salud física

8.Mayor satisfacción, bienestar y felicidad

 

Ir a psicoterapia es regalarnos esa oportunidad para conocernos, aprender, sanar y crecer. 

Es un espacio seguro, guiado por un especialista, donde podemos expresar lo que estamos viviendo y sintiendo, y donde aprendemos las herramientas necesarias para construir la vida que realmente queremos vivir.

 

En resumen, entre otras cosas, una consulta psicológica puede ayudarte a:

Disminuir y/o aprender a convivir con los síntomas que interfieren en tu vida.

Encontrar y analizar el origen de esos síntomas, pudiendo trabajar desde la raíz todas las circunstancias, comportamientos y emociones vinculadas al conflicto.

Trabajar en el autoconocimiento, desarrollando a la par la autoestima y confianza en sí mismo.

Fomentar estrategias y habilidades personales que mejorarán tu resiliencia.

Hacer conscientes tus valores, principios y objetivos, adoptando un mayor compromiso con ellos y potenciando una actitud más activa en el logro de tus metas.

Desarrollar tu asertividad mediante técnicas de comunicación, resolución de conflictos, habilidades sociales, … Que te sean útiles no sólo para resolver el problema actual, si no cualquier posible reto futuro.

 

¿Por qué cuesta ir al psicólogo?

Existe, pero cada vez es menos, un estigma sobre la salud mental. Pensamos que la mente es diferente al cuerpo, que están separadas. Pero no es así. No hay salud sin salud mental. Cuerpo y mente están integradas, se relacionan. Igual que cuidamos nuestro cuerpo cuando nos rompemos un hueso o sentimos dolor tenemos que cuidar nuestra mente.

Otra creencia es pensar que si vas a terapia es dependencia, fragilidad, debilidad. Y, ¡al contrario! Ir al psicólogo es adquirir herramientas, recursos, conocerse. Ir a terapia es una decisión muy valiente y te hace libre, consciente.

 

 Minimizamos nuestras experiencias

En muchas ocasiones no validamos nuestros problemas y nos decimos que aquello que nos sucede no es motivo suficiente, no es para tanto. Pero por mínimo o sinsentido que consideres tu dolor, está aquí contigo y necesita tu atención.

Puede ser que los problemas en tu vida no sean realmente graves, pero no es necesario estar en el peor momento de tu vida para sentirte mejor.

 

Algunos ejemplos de aspectos que se pueden tratar en terapia, sin necesidad de tener un diagnóstico son:

Acerca de gestión emocional. Una emoción que te atraviesa y te cuesta canalizar ya es un gran motivo para ir a terapia.

Sobre la Autoestima. La autoestima es una raíz en nuestra vida. Si tienes inseguridades, miedos, te tratas desde la crítica, etc.

En situaciones de duelo. No tiene por qué ser tras la pérdida de un ser querido. Puede ser también una ruptura (sentimental, familiar, amical, laboral), una pérdida en tu vida que tienes que integrar.

Acerca de problemas de comunicación.

Temas referentes a la sexualidad. Por desgracia estos problemas se viven desde el silencio, pero son comunes y otro buen motivo para pedir ayuda.

Revisa todas tus áreas vitales y observa si hay alguna de estas áreas en la que puedas sentirte mejor.

 

Conclusión

Tomar la decisión de acudir al psicólogo y comenzar un proceso de psicoterapia es una decisión personal, a veces difícil porque aún convivimos con ciertos prejuicios sobre la salud mental, por ejemplo, que para acudir a un psicólogo se debe de tener un problema mental grave o estar en una situación muy complicada, lo que dificulta acudir a consulta y sólo agrava más el cuadro de sufrimiento.

Sin embargo, y como hemos visto, son muchas las situaciones en las que se podrían utilizar los servicios de un psicólogo y sus beneficios son indudables.

Si en algún momento sientes que toca invertir en ti, hazlo, que tu bienestar florezca para vivir de forma plena.

Y recuerda que los psicólogos  de algún modo tocamos el alma de las personas, porque exploramos y tratamos con las emociones, el comportamiento y el pensamiento humanos.


Ps. Rocxana Croce P.


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