"¡Pero no hay a quién juzgar! —exclamó el principito.—Te juzgarás a ti mismo —le respondió el Rey—. Es lo más difícil. Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio."
Antoine de Saint-Exupéry, El principito, 1943