“Tropezar no es malo, encariñarse con la piedra sí.”
Ps. Rocxana Croce P.
Una situationship reemplaza
a la tradicional “relación amorosa” por la “situación amorosa”, donde las
personas involucradas acuerdan mantener una conexión física y emocional sin
necesidad de etiquetarla o proyectarse a largo plazo en un futuro juntos.
Especialistas en el tema
revelan que esta ‘situación’ resuelve y cubre necesidades referentes al sexo,
la intimidad, el romance, la compañía o cualquier otra similar.
El compromiso, la
convivencia y el matrimonio como el fin máximo de la pareja quedan fuera
de toda opción.
Un
estudio realizado a estudiantes universitarios norteamericanos reveló que
la generación Z es la más reacia a comprometerse en
una relación, ya que consideran que el mantenerla abierta y sin ataduras,
trae mayores beneficios en su vida personal.
En
una época de post pandemia, de inestabilidad económica, política, social e
incluso ambiental, muchísimos jóvenes prefieren priorizar su propio
crecimiento, tanto a nivel personal, profesional o financiero.
Expertos concuerdan que la
razón de esta decisión se basa en que estos postmilenials quieren evitar los
posibles riesgos del apego emocional, pero sin llegar a desatender sus
necesidades físicas y emocionales, anteponiendo siempre en primer lugar su
educación y profesión.
Los
riesgos
Este
enfoque pragmático del amor se presenta como liberador y honesto; sin
embargo, también podría tener consecuencias negativas para quienes la adoptan.
Navegar
por una situationship puede ser emocionalmente desafiante.
La
ausencia de expectativas claras y la incertidumbre sobre el futuro de la relación,
puede convertirse en una fuente de estrés constante.
Esta
ambigüedad nos hace cuestionar nuestro lugar en la vida y a veces hasta nuestra
propia valía personal, además, la falta de claridad sobre lo que la relación significa
para las personas puede desencadenar ansiedad, especialmente para aquellos que
en el fondo desean seguridad y certeza.
Psicológicamente
este tipo de dinámica puede actuar como un espejo reflejando nuestras inseguridades
más profundas y nuestros patrones de apego.
Las
personas con un estilo de apego ansioso, por ejemplo, pueden encontrar estos escenarios
particularmente estresantes ya que la falta de confirmación sobre el estatus de
la relación alimenta sus temores de rechazo y abandono.
Comprender
tus propios deseos y necesidades es crucial, este autoconocimiento te permite
establecer límites saludables y comunicar claramente tus expectativas.
La
psicología sugiere que una comunicación efectiva es fundamental para la resolución
de conflictos y el establecimiento de relaciones satisfactorias.
De
acuerdo con declaraciones de expertos, la idea de que
una situationship funciona como la mejor forma de ser
radicalmente honesto y transparente, pero no siempre se amolda a la realidad.
En muchos casos, se torna difícil que ambas partes lleguen a alinearse del todo
y coincidir, resultando en una probable ruptura. Además, el miedo al
cambio podría camuflarse tras una máscara de aparente actitud liberal y
perjudicar emocionalmente a las personas involucradas.
Sea como sea, está claro que
la situationship está ganando cada vez más adeptos que buscan un
respiro entre los parámetros ideales de pareja y las dificultades de
la vida moderna.
Quienes están habituados a
las relaciones casuales se sentirán más cómodos con ellas.
Es frecuente que quienes
priorizan su carrera profesional, académica u otras áreas de su vida, opten por
estos vínculos.
Por el contrario, las
personas que buscan estabilidad y seguridad constantes, tanto en vínculos
amorosos como amistosos, no tienen el mejor perfil para
las situationship. El terreno de lo indefinido puede causar
expectativas falsas e incluso la ansiedad de no proyectar a futuro.
Veamos
las señales que pueden indicar que estás en una situationship o relación casual.
1.
Es una relación básicamente informal
Desea
mantener la relación lo más informal posible.
2.
No hay crecimiento en la relación.
Permanece
estancado y muchas veces se vuelve aburrido.
3.
No se habla del futuro.
No
ven ningún futuro potencial en la relación, lo que demuestra que no lo tomas en
serio.
4.
No hay exclusividad.
Como no se es exclusivo con nadie, se puede salir incluso paralelamente con otras personas.
5.
Sus amigos o familiares no saben nada de ti ni tú de ellos.
Es
común que las personas en situationship mantengan alejadas a sus
familias y amistades. Al no confiar en la durabilidad del vínculo, se
prefieren evitar presentaciones y momentos conjuntos, a fin de evitar
posteriores explicaciones
6.
Sin intimidad emocional.
7.
Hay inconsistencia e inestabilidad en la relación.
No
ves ninguna consistencia ni estabilidad en la relación, es bastante
desordenada, con líneas que no están bien definidas, y ninguno de los dos desea
pensar seriamente en la relación.
8.
Se mantienen conversaciones triviales o superficiales.
No
hay una comunicación sana entre ustedes dos y se trata más bien de la intimidad
física que comparten.
9.
No estás apegado a ellos ni sientes nada por ellos en particular.
el
incentivo es satisfacer básicamente los deseos sexuales, desconectarse de los
problemas y divertirte un poco en la vida.
10.
Su compañía no aporta nada relevante a tu vida.
la
compañía de esa persona no agregue ningún tipo de beneficio o valor a tu vida.
Si se va o termina la relación, no te afectará de esa manera y podrás superarlo
¿Puede
una relación situacional convertirse en una relación?
Sí,
una relación de situación puede convertirse definitivamente en una relación
comprometida si ambas partes están listas para ese tipo de compromiso. Si tanto
tú como tu pareja están listos para dejar atrás sus hábitos iniciales de estar
en una relación de situación y están de acuerdo en darle una oportunidad a una
relación comprometida, una relación de situación puede convertirse en una relación
formal.
Sin
embargo, es importante conversar de antemano para que no haya malentendidos una
vez que empieces a involucrarte.
Si te encuentras dentro de
una situationship y esto está impactando tu bienestar, recuerda que buscar
apoyo es un signo de fortaleza. Un espacio terapéutico puede proporcionarte la
claridad y las herramientas necesarias para abordar tus emociones de manera
constructiva y tomar decisiones más informadas sobre tu relación. En última instancia cada relación es una
oportunidad para aprender mas sobre nosotros mismos, sobre nuestros deseos y necesidades
en el amor y en la vida
Abraza cada experiencia con
curiosidad y apertura, pero nunca comprometas tu bienestar emocional.