Un abuelo es alguien con plata en su cabello y oro en su corazón.
Los abuelos son esas personas tan importantes en la vida de las personas que nos acompañan, nos quieren, enseñan y hasta engríen, dejando una huella imborrable en nuestras vidas.
Son memoria viva de vivencias, recuerdos, ternura, diversión, alegrías e incluso complicidad.
Su generosidad va más allá del tiempo, ellos no tienen prisa y están dispuestos a cubrir incluso muchas situaciones donde los padres piden ayuda o no pueden resolver a último momento por alguna circunstancia.
Son seres que se mimetizan en el juego con sus nietos, a pesar de sus cabellos blancos se convierten en parte del mundo lúdico de sus nietos, dejan salir a su niño interior.
La presencia de los abuelos en la vida de las personas es importante, de por si son un regalo que refuerza los vínculos familiares y por tanto merecen respeto, consideración y amor, porque el corazón de un abuelo está por lo general libre de resentimientos pasados y egoísmos.
Son la memoria de las generaciones familiares que les toca vivir, un cúmulo de recuerdos llenos de sentimientos e historia familiar.
Por eso es bueno agradecer a Dios por contar con los abuelos, presentes o no, viven en nuestras vidas porque todos venimos de un tronco generacional.