El llanto no es ajeno en nuestras casuísticas y es por decirlo de algún modo, un catalizador de las penas y angustias que muchas veces invaden a las personas en medio de un conflicto o una situación difícil y hasta adversa.
El llanto es una expresión más del alma del ser humano, una forma de aflojar las tensiones y el estrés que el cuerpo en determinado momento necesita para aliviar ese peso que quiebra la postura.
Permitir al paciente dejar correr sus lágrimas es dejar que evidencie sus emociones y sentimientos más profundos. El no hacerlo cuando se sienta la necesidad, es entorpecerse uno mismo el proceso y bloquearse emocionalmente sin llegar a comprenderse.
A veces es necesario "desnudarse" y dejar libre nuestro propio Yo para ver las cosas con más claridad y recuperar el equilibrio.
Beneficios del llanto:
- Libera el estrés
- El cuerpo se relaja
- Disminuye la presión sanguínea
- Permite conocernos mejor