martes, 7 de mayo de 2024

Las comparaciones.

 

“Trate de no perderse al compararse con los demás. ¡Descubre tus dones y déjalos brillar!.

Jennie Finch

La comparación es un comportamiento humano casi inevitable. En Algunos más, otros menos, ya sea por la manera en que nos vemos o vestimos, por nuestras características físicas, por nuestros bienes, por nuestros comportamientos o características de personalidad, por nuestros logros académicos o profesionales, por nuestras relaciones de pareja, familiares o sociales.

Si bien comparar a veces puede resultar motivador o inspirador, también puede ser perjudicial para la salud mental y el bienestar. Puede provocar sentimientos de insuficiencia, celos y baja autoestima.

 Puede ser especialmente desafiante en el mundo actual impulsado por las redes sociales, donde somos bombardeados constantemente con imágenes de las vidas aparentemente perfectas de otras personas

En los hogares es una situación frecuente que, al referirse a los hijos, los padres señalan que, a pesar de ser hermanos, son muy diferentes. No se refieren solo al físico, sino a los rasgos del carácter y de la personalidad en formación.

Muchas veces los comentarios vienen cargados de ciertos significados: uno de los hermanos es más inteligente o hábil, o más fácil para la crianza.

Sin quererlo los padres muchas veces exteriorizan estas características, los comparten con amigos y familiares, incluso en presencia de los propios hijos.

Con frecuencia se escucha decir: “las comparaciones no son buenas”. Y en realidad no hacen daño, si al compararlos se realzan los rasgos positivos de cada hijo. De hecho, pueden servirnos para mostrar que cada persona es diferente y al mismo tiempo, todos somos únicos y valiosos.

Los motivos por los que nos comparamos con otras personas hablan de aquellas cosas o logros que quisiéramos tener o de cómo quisiéramos vernos, ser o actuar.

Es importante ser conscientes de estas comparaciones y evitar que las mismas nos afecten de manera negativa y nos lleven a dejar de sentirnos bien con nosotros mismos, a sentirnos incomodos o que no somos lo suficientemente buenos o competitivos. 

¿Y cuáles son los riesgos de compararnos constantemente con otros?

1- No nos permitimos la posibilidad de observar nuestros propios logros o valorar qué y cómo somos.

2- Con facilidad podemos ver como inadecuadas o minimizar las cosas que hacemos, poseemos o hemos logrado; poniéndonos nosotros mismos en una situación de desventaja ante otras personas.

3- Otro riesgo es que, si tenemos una tendencia a ver mejores a los demás, lo que son, lo que tienen o lo que logran, nos puede llevar a perseguir una meta de perfección que rara vez es realista.

4- Compararnos constantemente aumenta significativamente nuestro nivel de estrés y tensión interna, lo que nos atrapa en un ciclo de insatisfacción y frustración constante.

5- La comparación con otros puede generar malestar y dañar fuertemente nuestra autoestima.

Sin duda que es muy raro que las comparaciones nos ayuden a mejorar, por el contrario, con regularidad intensifica aquellas situaciones o características con las que no estamos satisfechos poniéndonos en una situación de debilidad o inferioridad ante otros e incrementando el rechazo e insatisfacción de nosotros mismos.

Además, al focalizarnos solo en las fortalezas de otra persona no reconocemos aquellas características, aptitudes o logros personales, es decir con facilidad se corre el riesgo de dejar de verse a uno mismo de manera objetiva y realista. 

Entonces, al ser un comportamiento tan natural y en ocasiones inevitable porque todos nos comparamos con otras personas de vez en cuando, no debemos sentirnos mal por hacerlo, pero sí debemos ser conscientes de los momentos o situaciones ante las que nos comparamos con otros y buscar la manera de convertir los riesgos de esta comparación en oportunidades de mejora y crecimiento.

 

Algunas preguntas que pueden ayudarte a observar qué te lleva a la comparación y a cambio generar consciencia pueden ser:

¿Cuándo te comparas más?

¿Compararte te lleva a aprender otras cosas o mejorar?

¿Eres capaz de observar lo que has logrado por ti mismo?

¿Ves lo que te gustaría lograr o tener en otras personas, pero eres capaz de integrar también lo que te gusta o admiras de ti mismo?

¿La comparación la vives como competencia?

Si hacemos este autoanálisis cuidadosa y honestamente, podríamos disminuir el malestar que nos genera la comparación.

 

Veamos algunas importantes recomendaciones:

1- Mejorar como personas trabajando en nuestras inseguridades o complejos, aumentando la confianza en nosotros mismos viendo que si otros pueden alcanzar metas específicas nosotros también podemos.

2-Identifica tus fortalezas y debilidades, es muy efectivo escribir una breve lista. De esta manera, podrás enfocarte en tus propios logros y metas. Piensa en lo que eres bueno y en lo que necesitas mejorar, y trabaja en ello día a día.

3- Conoce lo que sí funciona, de pronto las buenas acciones; así como aprender de los errores de otros nos puede ayudar a no cometerlos, también el ver las cosas que sí funcionan nos puede dar una idea del camino a seguir para obtener mejores resultados.

4- Busca fuentes de inspiración. Esto puede incluir libros, películas, personas o cualquier cosa que te motive y te inspire ser cada vez una mejor versión de ti mismo.

5- Celebra tus logros. No importa lo pequeños que sean, cada logro cuenta y debes estar orgulloso de ti mismo. Siempre que logres algo que te haya costado esfuerzo, tómate un momento para celebrarlo.

6- Rodéate de personas positivas: Las personas con las que uno se rodea tienen un gran impacto en nuestra vida. Si quieres dejar de compararte con los demás, rodéate de personas que te apoyen y te animen en tus logros y metas, o que te digan sinceramente cuando estás fallando en algo. La gente negativa o tóxica te puede hacer sentir inferior y desanimado, así que evítalas en la medida de lo posible.

7- Practica la gratitud. Porque en lugar de enfocarte en lo que no tienes o en lo que te falta, enfócate en todo lo que tienes y en todo lo que has logrado hasta ahora. Practica la gratitud diariamente, mira a tu alrededor y de seguro conseguirás motivos para agradecer por las cosas buenas que tienes en tu vida.

 

 A continuación 5 frases para meditar:

1. Soy único y valioso en mi propia forma.

2. No necesito compararme con los demás para demostrar mi valor.

3. Cada persona tiene su propio camino y tiempos.

4. Me enfoco en mis propias metas y objetivos.

5. Acepto el fracaso como un maestro que me ayuda a crecer.

Entonces, como vemos, la comparación con otros será inevitable, pero debería ocurrir principalmente con nosotros mismos en una constante búsqueda de mejora personal.

Ps. Rocxana Croce P.

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