Desde hace muchos años se ha utilizado a los animales para ayudar a las personas en el desarrollo de sus tareas. Los animales no solo son compañía, sino también aliados y compañeros fieles.
Incluir a los animales como terapia es cada vez más frecuente y se viene demostrando que estos compañeros pueden ser muy eficaces para ayudarnos a la recuperación de muchos traumas y enfermedades como por ejemplo, son muy efectivos para luchar contra la depresión o contra la ansiedad; también en casos de personas socialmente aisladas donde las ayudan a recuperar el contacto con su entorno; a desarrollar la capacidad de comunicación en casos de espectro autista donde las terapias asistidas con perros, delfines (en casos de síndrome de Down, parálisis cerebral) y caballos (equinoterapia) reportan grandes beneficios.
Los perros de terapia deberán ser de buen y equilibrado temperamento, además de sociables y pacientes.
Su compañía ayuda a la gente mayor a sentirse más útiles y son la medicina ideal para combatir la soledad, lo mismo que los gatos, que son animales más independientes y no demandan mucha atención o cuidados.
Por todo ello, los animales reportan muchos beneficios: nos ayudan a mejorar el estado de ánimo, a empatizar, a reforzar vínculos de confianza con uno mismo y con los demás…… nos roban una sonrisa.
Ps. Rocxana Croce P.