domingo, 7 de septiembre de 2014

MEMORIA Y OLVIDO

 La persistencia de la memoria: Salvador Dalí



“La memoria es individual
Nosotros estamos hechos, 
En buena parte, de nuestra memoria.
Esta memoria está hecha,
En buena parte, de olvido”.
J. L. Borges (1979), El tiempo 

La memoria es una función cerebral resultado de conexiones sinápticas entre las neuronas  que nos permite almacenar y recuperar la información. En ella intervienen procesos asociativos incocientes, sensaciones, impresiones, conceptos e ideas previamente experimentados así como información que se ha aprendido de manera conciente. 

Nuestro cerebro tiene memoria a corto plazo que permite retener información inmediata, durante corto tiempo, incluso solo segundos por ejemplo al recordar un numero telefónico.
La memoria a largo plazo es una memoria que almacena información  por lapsos mayores de tiempo, como horas, semanas, meses y años.

Las técnicas de mnemotécnia nos permiten asociar los datos a través de la visualización de formas, tamaños, colores y movimientos entre los datos.

El ser humano tiene a recordar situaciones agradables, positivas, incluso recordamos cosas chistosas o exageradas que nos puedan haber pasado o hayamos visto; un tropezón en una reunión por ejemplo es difícil de olvidar, o el primer beso recibido.... En cambio tendemos a olvidar lo que nos resultó penoso o triste.

Pero qué pasa cuando no recordamos a pesar que tratamos de recuperar información.

La curva del olvido señala la perdida de la información con el tiempo tiene que ver con la intensidad del recuerdo.

En el gráfico observamos que en un día o unos días se pierde más de la mitad de la información aprendida porque no se ha repasado convenientemente, o porque se memoriza mecánicamente sin relacionar los datos, como un acto meramente mecánico o porque simplemente no le damos importancia pues no nos resulta significativa cierta información.

También se debe a factores fisiológicos como el estres o agotamiento del día, el sueño.

La memoria si declina no es básicamente por los años, sino porque se la usa poco, no se le estimula y peor aún sino se emplean técnicas asociativas (mnemotécnia).

El olvido puede ser leve, transitorio, habitual, incluso patológico como en casos de enfermedades como Alzheimer y las alteraciones más profundas como las amnesias.
Hay olvidos de memoria que podemos considerarlos normales dentro de la evolución y envejecimiento humano. 

En conclusión,  nuestra memoria es indispensable para realizar todas nuestras actividades cotidianas.  No nos vendría mal revisar el funcionamiento de nuestra memoria.


R. C.

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