miércoles, 28 de febrero de 2024

Duelo, un proceso emocional y personal

Sobrellevar la pérdida de un ser querido puede ser uno de los mayores retos a los que el ser humano se enfrenta. La forma cómo cada persona lo asume y acepta es única.

Ps. Rocxana Croce P.

Los procesos de duelo son los cambios psicológicos que se dan delante de una pérdida.

Es un proceso individual y personal, en el que cada uno lo transita en tiempos y formas diferentes.

Este proceso es algo completamente emocional y el cómo elaborarlo está en nosotros asumirlo, teniendo presente que no acaba, porque la pérdida es para siempre, uno va a seguir recordando y amando al ser querido toda la vida, lo que no es para toda la vida son el dolor, el sufrimiento y las emociones, alrededor de ello. Pero esto dependerá de cada uno, de cómo lo vive y va procesando su duelo a lo largo del tiempo.

El duelo aparece delante de una situación de pérdida, por ejemplo: frente a separaciones, la inmigración, una enfermedad, las propias etapas de la vida o la inexorable muerte de un ser querido.


 ¿Y cómo se puede elaborar un duelo?

La elaboración del duelo son los procesos psicológicos que se dan desde el comienzo del impacto afectivo y cognitivo de la pérdida, hasta la aceptación de la nueva realidad interna y externa de la persona.

El duelo tiene como particularidad, que es universal, personal, íntimo es un proceso que tarde o temprano se vive, por lo que se debe procesar, ya que si no se elabora adecuadamente vienen los duelos complicados, que son los que llevan a la depresión, a la ansiedad generalizada y, a veces, hasta el suicidio

En los momentos iniciales de un duelo hay una conmoción e incluso incredulidad, una sensación de que el mundo se detiene junto con una turbulencia afectiva de culpa, ira, desesperanza, tristeza y ansiedad.

En la resolución del duelo influyen el tipo de pérdida y los aspectos personales de quien lo sufre y de cómo ha elaborado otros duelos en su vida, la experiencia previa.

No hay un tiempo establecido para el dolor. Todo el proceso puede durar entre 6 meses y de uno a dos años aproximadamente. Después de este periodo de tiempo la persona en duelo puede sentir que es más fácil levantarse por la mañana o sentir que tiene más energía. Este será el momento en el que se empezará a reorganizar la vida alrededor de la pérdida o sin el ser querido. Durante este tiempo, quizás sienta que atraviesa una serie de altibajos. Puede sentirse mejor un día, pero al siguiente día se sienta mal. Esto es normal.

 

¿Qué Aspectos debemos de tener en cuenta en este proceso?

Aunque es normal sentirse triste después de una pérdida, los sentimientos asociados con el dolor deben ser temporales. A veces los sentimientos duran más tiempo o ser diferentes en su intensidad, o se puede tener problemas para lidiar con las emociones asociadas.

Cuando esto sucede, el duelo puede convertirse en depresión. Los síntomas del duelo y la depresión son similares.


Las señales de que se podria estar sufriendo de depresión incluyen:

1. No se empieza a sentir mejor a medida que pasa el tiempo.

2. Tiene dificultad constante para comer o dormir.

3. Sus sentimientos comienzan a afectar su vida diaria.

4. Depende de medicación, drogas o alcohol para hacer frente a la situación.

5. Empieza a pensar en hacerse daño a sí mismo o a otros.

Por ello, si una persona siente que el duelo ya le sobrepasa, si esas emociones le empiezan a incapacitar, si ya la tristeza se transforma en depresión, si la persona no logra gestionar su vida normalmente, o experimenta dificultades significativas para afrontar la pérdida, si el duelo le está afectando negativamente su vida diaria durante un período prolongado, es necesario buscar ayuda profesional, lo cual no  significa que esta "fallando" en el proceso de duelo, sino que está buscando un apoyo adicional para atravesar esta experiencia.

Encontrar al profesional adecuado puede proporcionarle un espacio seguro para expresar sus sentimientos y las emociones. Donde es válido y permitido llorar, hablar…expresar. Esta es una forma de gestionar el duelo, recordando que cada persona tiene su propia manera de expresarlo y vivirlo y no hay una forma “correcta" o "incorrecta" de hacerlo. 

La clave en un proceso de duelo está en la aceptación: aceptar cómo pasaron las cosas, que así sucedieron, que así como hay cosas que pasan por algo, también hay cosas que no pasan por algo; es asimilar la realidad actual para empezar a rehacer la vida, lo que no implica que la persona contemple pasivamente lo sucedido y se resigne, sino que aprenda a vivir sin su ser querido. 

Terminamos con una frase de la reconocida psiquiatra suiza Elisabeth Kübler Ross, pionera en estudios sobre la muerte y el duelo: “Nuestro duelo es tan propio como nuestra vida”.

 

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