Siento celos
Es seguro que son celos
El amor es más tranquilo
Tan tranquilo como un beso
Siento celos
Que es igual a decir miedo
¿Y por qué no? Tal vez sin celos
Nuestro amor, no sea completo
Juan Carlos
calderón.
Los celos son una respuesta
emocional compleja que surge cuando sentimos que podemos perder algo que
consideramos valioso —sobre todo, una relación afectiva.
A diferencia de la envidia,
que mira hacia lo que otros tienen, los celos miran hacia lo que yo puedo
perder.
Sigmund Freud hablaba de los
celos como una mezcla de amor, dolor y agresividad. Están profundamente ligados
a nuestras emociones más primitivas: el miedo al abandono, el deseo de
posesión, la autoestima
Según John Bowlby, psicólogo
y psiquiatra británico, conocido como el creador de la teoría del apego
(tema visto en el episodio 7 de este podcast), señala que el tipo de apego que
desarrollamos en la infancia influye mucho en cómo vivimos los celos.
Apego ansioso:
suelen aparecer celos intensos, hay un miedo constante al abandono, de que el
otro se aleje. Se crea una relación de dependencia.
Apego seguro: hay menos
tendencia a los celos porque hay una confianza interna más sólida que permite
relaciones mas duraderas, sin miedo a ser dejado.
Apego evitativo: se
observan dificultades para confiar en los demás y para formar relaciones
cercanas en la adultez. No se expresa emociones ni necesidades, por ello, no suelen priorizarse las relaciones intimas
Los celos pueden ser una señal
de un sistema de apego activado: sentimos amenaza, y reaccionamos
emocionalmente para “proteger” el vínculo.
Causas psicológicas de los
celos
1.Inseguridad personal: una
autoestima baja que conlleva poca seguridad en si mismo, en la autovaloración,
entonces cualquier otra persona se vuelve una amenaza.
2.Las Experiencias pasadas no
resueltas: por tanto, si sufrí deslealtad, traición, abandono o
engaño, puedo proyectar esos temores en nuevas relaciones.
3.La Comparación constante: en
una sociedad donde se promueve la constante comparación, los celos pueden
intensificarse fácilmente.
4.El Miedo al rechazo: es una
de las heridas más profundas del ser humano y muchas veces Los celos son la
forma en que se expresa ese miedo.
Veamos los Celos patológicos
vs. celos adaptativos
Celos adaptativos son naturales,
ellos de algún modo nos alertan de una posible amenaza real. Por tanto nos llevan
a reflexionar, comunicar, cuidar el vínculo.
Celos patológicos, también
conocidos como celotipia o síndrome de Otelo, se caracterizan por
una creencia irracional, desproporcionados y obsesiva sobre la infidelidad
de la pareja, sin un fundamento real.
Esta creencia genera una
fuerte angustia y lleva a comportamientos de control y vigilancia hacia la
pareja. Pueden volverse destructivos, tanto para quien los siente como para la
relación.
El tratamiento para los celos, especialmente los celos patológicos, se enfoca en:
-Trabajar la conciencia
emocional: es decir, ponerle nombre a lo que siento. ¿Es celos? ¿O es miedo? ¿O
inseguridad?
-Averiguar ¿de dónde vienen
estos celos? ¿Qué historia personal está detrás?
-Trabajar en la autoestima, en
el Fortalecimiento del yo, en la seguridad interna y el amor propio. Porque mientras
más me conozco y más fuerte soy por dentro, menos miedo tengo de perder lo de
afuera.
-Desarrollar La Comunicación
asertiva, hablando con la pareja desde la vulnerabilidad y no desde la
acusación o juicio.
-Recurrir a la Terapia
psicológica: especialmente si los celos se vuelven recurrentes, intensos o
dañinos.
Para ello contamos con la:
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Ayuda
a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos y
distorsionados que alimentan los celos, además de enseñar habilidades
para manejar la ansiedad y la impulsividad.
- Terapia de Pareja: Brinda
un espacio seguro para que ambas partes puedan expresar sus
preocupaciones, mejorar la comunicación y desarrollar una mayor
comprensión mutua.
- Terapia Grupal o de Apoyo: Puede
ser útil para las personas que experimentan celos patológicos, brindando
un espacio para compartir experiencias y recibir apoyo.
Los celos son un llamado de
atención. Una oportunidad para mirar hacia adentro y sanar partes de nosotros
que aún necesitan cuidado.
No se trata de dejar de
sentir, sino de aprender a escuchar lo que los celos nos quieren decir.
¿Y qué pasa cuando el celular
se vuelve una amenaza?
El tema de los celos y el
celular es muy de estos tiempos de tecnología e informática y genera mucha
ansiedad en relaciones de pareja.
De un tiempo a esta parte,
mirar el celular de la pareja se ha vuelto una conducta muy común.
El celular es un objeto pero
puede desatar una crisis emocional al representar la desconfianza , la
inseguridad, el miedo a ser reemplazados.
1. El celular como disparador
simbólico
Desde la psicología, el
celular no es solo un dispositivo: es un objeto cargado de proyecciones
emocionales.
Representa intimidad,
secretos, acceso a otras personas.
Es un espacio privado que
genera la fantasía de que ahí puede estar “la otra persona”.
2. Celos, control y ansiedad
Los celos digitales suelen
venir acompañados de:
Revisión del celular sin
permiso
Necesidad de saber con quién
chatea la pareja
Reacciones impulsivas ante
“likes”, emoticons, comentarios o contactos nuevos
Comparaciones constantes con
otras personas en redes sociales
Desde la psicología cognitiva,
estos comportamientos se relacionan con distorsiones del pensamiento, como:
“Si no me responde rápido, ya
está hablando con otra persona.”
“Si le pone like a esa foto,
es porque le gusta más que yo.”
“Si me oculta algo, es porque
me está engañando.”
Estos pensamientos aumentan la
ansiedad, y la ansiedad alimenta más celos, generando un ciclo difícil de
romper.
3. ¿Qué hay detrás de estos celos?
Miedo al abandono
Inseguridad en la relación
Falta de confianza (propia y
en el otro)
Historia de traición previa
Necesidad de control para
calmar la angustia
El celular se vuelve entonces
un espejo, no del otro, sino de mis propias heridas
4. ¿Qué se puede hacer?
Desde la psicología, estas son
algunas claves para trabajar los celos digitales:
Reconocer el patrón: ¿Estoy
revisando el celular para calmar mi ansiedad o para confirmar una sospecha?
Pedir ayuda terapéutica si el
impulso se vuelve compulsivo.
Trabajar en la confianza: sin
confianza, no hay intimidad. Con control, no hay libertad.
Hablar desde la
vulnerabilidad: en vez de acusar, decir “me sentí inseguro cuando vi ese
mensaje” entonces busca una conversación en lugar de un conflicto.
Es importante Poner acuerdos
claros sobre el uso del celular y redes en pareja, pero desde el respeto mutuo.
Una reflexión final
El celular no causa celos. Los
celos ya estaban ahí, y el celular los activa.
Mirarlos, entenderlos y
trabajarlos es mucho más sano que revisar conversaciones buscando pruebas.
Porque al final, quien busca controlar al otro, pierde el control de sí mismo.
Ps. Rocxana Croce P.