"Si vas a barrer el piso tan solo barre el piso” la vida es aquí y ahora.
Ps. Rocxana Croce P.
La clave de sol es un símbolo
musical que se ubica en el pentagrama para representar notas de medias
a agudas.
Su figura redondeada, en forma
de espiral invita a escuchar lo que sentimos, es una conexión
personal con uno mismo, a ese viaje interior tan necesario e importante en la
vida humana.
Experimentar la alegría, la
nostalgia, la serenidad y otras emociones nos ayuda a poner en orden lo que
llevamos dentro y posiblemente entender mejor quién soy, o al menos cómo me
siento.
Desde una visión psicológica
La clave de Sol puede abordarse desde tres dimensiones fundamentales:
sujeto, objeto y lugar.
Veamos:
1.Sujeto ¿Quién Soy?
Esta
pregunta busca la identidad personal, la percepción de sí mismo. Es la
búsqueda de comprender quiénes somos, cuáles son nuestras características,
nuestros valores, nuestras creencias y las experiencias que nos definen, el ser
humano como intérprete emocional del mundo.
Podemos distinguir entre
cuerpo externo: la postura corporal que tienes, si estás sentado, de pie, con
las piernas cruzadas, etc.; y cuerpo interno: qué sensaciones y emociones
sientes, qué músculos están tensos y cuáles relajados, si la respiración es lenta,
rápida, corta, etc.
Sólo obsérvalo y empieza a
notarte y saber qué pasa en ti.
En cada momento en que nos
encontremos seamos conscientes del instante vivido. No olvidarnos de
nosotros mismos, auto observarnos en cada momento. Esto implica el estado de
atención plena en relación con nuestros pensamientos, gestos, acciones, emociones,
hábitos, palabras, etc.
El ser humano siente,
interpreta y proyecta su identidad, expresa sus sentimientos y emociones
incluso sin necesidad de palabras.
Esta capacidad de proyectarse
puede canalizarse de diferentes formas, en el arte, en la música, en el
deporte, en la ciencia, en la naturaleza y conecta también con la visión de
Carl Rogers, pionero de la psicología humanista, quien afirma que todo ser humano
tiene un impulso innato hacia el crecimiento y la autorrealización. La música,
iniciada por esa clave, se convierte en una forma de autenticidad emocional.
2.Objeto: ¿para qué estoy
aquí? ¿Qué estoy haciendo? ¿Cuál es la acción que realizo? ¿Cuál
es el objeto de mis pensamientos, acciones, etc?
Es la proyección del mundo interno, a través
de una minuciosa observación de todos aquellos objetos o representaciones
mentales que por medio de los sentidos llegan a la mente, despertar la
consciencia.
¿Qué estoy haciendo en este momento de mi vida, cómo lo estoy haciendo?
Esta pregunta se refiere a los
objetivos, aspiraciones y deseos del ser humano. Es la identificación de
lo que se anhela alcanzar, lograr o experimentar.
Quizás estés comiendo, conversando,
andando por la calle o leyendo, sea lo que fuere fíjate y pon atención en eso.
A quién no le ha pasado alguna
vez acabar de salir de casa y preguntarse ¿he cerrado la puerta con llave? Posiblemente
no estabas consciente, no estabas presente en lo que hacías en ese momento,
quizás estabas pensando en la reunión de más tarde, pero desde luego ese
presente momento ya ha pasado y lo has perdido.
3.Lugar: ¿Dónde estoy? ¿Por qué he llegado yo aquí a este lugar? ¿qué es lo que percibo a mi alrededor?
El
lugar es el espacio psicológico donde se aloja la experiencia.
Se refiere a la situación
actual, el entorno y las circunstancias en las que nos encontramos. Puede
referirse a un lugar físico, a una fase de la vida, o a una situación
específica.
El lugar donde estás puede ser
en la calle, en un parque, en la cola del banco, en casa, el entorno que te
rodea, las personas que hay, si son conocidas o no lo son, los factores
exógenos como frío, calor, viento.
No es lo mismo estar en una
clase de mindfulness en el que el ambiente es de tranquilidad y silencio y las
personas que hay quizás no las conozcas, a estar en una cena de cumpleaños
rodeada de amigos y donde hay ruido.
Las conductas serán distintas,
condicionados por el lugar y la situación.
Es necesaria la observación
diaria de nuestra casa, de nuestro dormitorio, de nuestro entorno como si fuera
algo nuevo; preguntarnos diariamente a sí mismos que es lo que percibo a mi
alrededor.
Si bien el lugar físico es
importante, el verdadero lugar de auto observación es el espacio psíquico de la
persona, un espacio de libertad interna.
Uno no debe vivir en
automático. Cuando llegamos a tal o cual lugar, debemos observarlo
detalladamente, muy minuciosamente y preguntarse así mismo:
¿Por qué estoy yo aquí en este
lugar? Y a propósito estimado lector, usted que está leyendo éste blog,
ya se preguntó ¿por qué está en este lugar donde se encuentra leyendo?
¿Ya observó el sitio donde
está, observó arriba, abajo o a los lados atrás de usted o hacia delante? Es
cuestión, pues, de hacer la práctica durante el día, a todas horas, en todo
momento o segundo, para lograr despertar conciencia.
La clave de Sol psicológicamente
nos invita a mirar hacia adentro, a escuchar desde nuestra psiquis, lo que no
siempre podemos decir, y a compartirlo en la forma más humana que existe
nuestro propio mundo interior. Nos recuerda que somos seres sensibles, que
necesitamos expresarnos.
En ella comienza el
viaje interno y personal.
Desde la psicología, la clave
de Sol puede comprenderse como un símbolo que articula la relación entre el
sujeto, el objeto emocional de la música y el lugar psíquico donde se vive esa
experiencia. A través de la música que nace de ella, el sujeto no solo
interpreta notas, sino también su propio mundo interior.
Aplícalo en cada momento de tu vida, párate a di: ¿cómo estoy, qué estoy haciendo y dónde estoy?.
Dividir la atención en estos
tres aspectos hace que estés en el aquí y ahora, en el momento presente.